Gary Miles llevaba puesto un casco de motocicleta por si le caía un árbol encima. El ojo del huracán Laura cruzó justo sobre él y su familia en Lake Charles, una ciudad industrial y de casinos de 80,000 habitantes, y una de las principales afectadas por el ciclón en Louisiana.
“Nunca hemos experimentado un huracán de categoría cuatro”, dijo a Kxan Miles, y contó que se escondieron debajo de unas almohadas en la bañera.
Laura pasó de ser un poderoso huracán de categoría 4 cuando tocó tierra este jueves, con vientos máximos de hasta 150 millas por hora, a convertirse el jueves una tormenta tropical. Este viernes avanza hacia el este como depresión tropical con vientos de 30 millas por hora.
Edificios destruidos, barrios enteros en ruinas fueron algunos de los estragos que se conocen hasta ahora de Laura, aunque las autoridades advierten de que la evaluación completa de los daños puede tardar días. El presidente, Donald Trump, aseguró que planea visitar la Costa del Golfo este fin de semana.
Al menos 515,000 hogares seguían el viernes sin electricidad en Louisiana; 190,000 en Texas; 50,000 en Arkansas; y 37,000 en Pennsylvania.
“Está claro que no sufrimos el daño absoluto y catastrófico que creíamos probable”, dijo el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, “pero hemos sufrido una tremenda cantidad de daños.”
En la parroquia de Calcasieu, Louisiana, una estatua confederada ubicada frente al juzgado, que los funcionarios locales habían votado para mantener en su lugar unos días antes, fue derribada por Laura.
Al noreste de Arkansas un tornado arrasó con varias casas y una iglesia, y el Centro Nacional de Huracanes pronostica que puede haber otros el viernes en partes de las regiones del centro-sur y del Valle de Tennessee.
Las lluvias amenazan a Arkansas, el sur de Mississippi, el sur de Alabama, el oeste y centro de Tennessee, el oeste de Missouri, el centro de Kentucky y el sur de Louisiana, con entre 1 y 3 pulgadas de precipitaciones.
Más daños en Lake Charles
Una familia en Sulphur, Louisiana, lamenta no haber dejado su hogar y haber escapado a un lugar seguro.
“Cuando te dicen que te vayas, debes irte. Porque a la larga valdrá la pena”, dijo a Kxan Bryce Gardner. Él y su familia pasaron la noche sosteniendo la tienda de su abuelo. Pero de poco sirvió, ahora el negocio está en ruinas, como muchos otros en la ciudad.
“Parece que 1,000 tornados pasaron por aquí. Es solo destrucción en todas partes”, aseguró a la agencia de noticias The Associated Press Brett Geymann en Moss Bluff, cerca de Lake Charles. Cuando Laura pasó por encima de su casa sintió como si se tratara del rugido de un motor.
También en Lake Charles, los residentes de la zona tuvieron que evacuar debido a la inmensa nube de humo que se formó luego de que una empresa que fabrica productos de limpieza a base de cloro se incendiara.
Bethany Agosto sobrevivió a la tormenta con su hermana y otras dos personas. Se acurrucaron en un armario: “Era como un rompecabezas, estábamos uno encima del otro, abrazándonos y llorando”.
En Orange, Texas, Chevellce Dunn se considera entre los afortunados después de pasar una noche acurrucada en un sofá con su hijo, su hija y sus cuatro sobrinos mientras el viento sacudía su casa.
“No va a ser fácil pero mientras mis hijos estén bien, yo estoy bien”, dijo Dunn, quien se quedó sin electricidad, en medio de un calor sofocante.
Víctimas mortales
Laura dejó al menos 6 muertos. Entre las víctimas hay una adolescente de 14 años y un hombre de 68 años que murieron cuando cayeron árboles en sus casas en Louisiana, así como un joven de 24 años que falleció por intoxicación con monóxido de carbono a causa de un generador situado dentro de su hogar. Otro hombre se ahogó en un barco que se hundió durante la tormenta, según las autoridades.
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