Empezó como un juego. Cinco adolescentes, cuatro mujeres y un varón, que caminaban sobre una delgada línea, obsesionados por la fama, el dinero y los “me gusta” de las redes sociales como Facebook e Instagram.
Por Clarín
Gracias a los medios de comunicación, sabían si Paris Hilton, Lindsay Lohan u Orlando Bloom estaban de viaje y aprovechaban para “jugar a ser famosos”. Los jóvenes, de familias acomodadas de Los Ángeles, buscaban en Google Maps las direcciones de las casas de las celebridades. Y entre fiestas y clubes nocturnos, se hacían un tiempo para irrumpir en las mansiones.
Se probaban ropa, joyas, zapatos y se llevaban algunos “recuerdos”. Se los acusó de haber obtenido un botín valuado en 3.000.000 de dólares entre efectivo, tecnología, perfumes y ropa de diseñadores exclusivos. Se trata de Rachel Lee, Nick Prugo, Alexis Neiers, Diana Tamayo y Courtney Ames, que tenían entre 18 y 19 años; se los conoció como “The Bling Ring” y Sofía Coppola llevó la historia al cine en 2010.
La pandilla
Los miembros de la banda asistían a la escuela secundaria de Indian Hills, en Agoura Hills un suburbio de familias de clase media alta acomodada de Los Angeles. A los chicos y chicas de la zona se los conoce como los del “Valle”.
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