La historia de la Gran Caracas es sumamente rica, con cuentos tan interesantes como los candados de Francia, las góndolas en Venecia o la Plaza Roja en Rusia, pues cada país tiene un saber cultural tan amplio que a lo largo del tiempo perdura y en este caso muchos venezolanos atesoran.
lapatilla.com | Katerín García
Caracas, o por su nombre inicial Santiago de León de Caracas es caracterizada en la actualidad al ser precedida por el imponente cerro El Ávila y sus carismáticos habitantes, sin embargo existen “cuentos de camino” como dicen los abuelos, en las esquinas que posee la Cuna del Libertador.
Son unas 370 esquinas que existen en el municipio Libertador de la capital de Venezuela y cada una de ellas posee un contenido que relata la historia de sus nombres, lo que hoy podrás conocer.
En esta primera entrega de la serie llamada “Crónicas de Caracas”, hablaremos sobre cuatro de las esquinas más relevantes del sitio que en algún momento fue llamado la ciudad de los techos rojos, haciendo una paseo fotográfico de cómo eran, cómo se encuentran y de donde vienen los nombres de los cruces que los caraqueños pasean a diario.
Comencemos con el recorrido fotográfico:
Esquina Candilitos
Su historia deriva desde antes de 1897, una vieja data, pues una curiosidad venezolana es que el hombre más longevo del país para mayo del 2020, nació en 1909, hacemos esta referencia para engranar que esta esquina lleva su nombre desde hace más de 123 años.
¿Por qué? “Candilitos”, resulta que en la antigua Caracas, esa la de pisos de tierra y carruajes arreados por caballos o mulas las calles eran iluminadas por candiles o faroles de vela al caer la noche o ” llegar el sereno”, si, tal como en las películas representativas de los 1700.
Otra curiosidad, que suele confundir a los caraqueños de ahora, es que existen dos Esquinas Candilitos en la ciudad, una de ellas ubicada en la parroquia La Candelaria y la otra en Santa Rosalía, hoy te presentamos la que se ubica diagonal a la Plaza La Candelaria, sin embargo no existen registro fotográficos de esta icónica esquina en Caracas.
Esquina La Pelota
En esta esquina, otro relato de camino nos eleva la imaginación, resulta que la historia cuenta que antes de existir cualquier construcción allí, por allá entre los años 1600/1700 y dele, existió la planificación de crear un muro gigante, que tenía como objetivo proteger a Caracas de las incursiones de Piratas que azotaban las costas Venezolanas, dicha obra, se comenzó pero, por falta de recursos fue paralizada y quedó parte de ella.
Esto no quedó ahí, para la época ya se jugaba a la pelota, pero no es juego de béisbol tradicional como lo conocemos hoy en día, era un juego de pala con una pelota, en si, se trataba del “juego de la pelota vasca”, un deporte tradicional del norte de España, el cual posee sus raíces en el país Vasco, Navarra y en La Rioja, este juego llegó a la que ahora es la capital de Venezuela por los vascos, claro… pero entre estos se encontraban incluso familiares de Simón Bolívar.
Al llegar los vascos a este territorio, continuaron practicando sus costumbres y al encontrar este terreno con una muralla comenzaron a jugar a la pelota en el sitio, he aquí el origen de esta esquina.
Esquina Peligro
La delincuencia en Venezuela no es algo nuevo y la historia de esta esquina lo demuestra, pues en el siglo XIV, el terreno que actualmente ocupan grandes edificios, Centros Comerciales y locales variados era un terreno sumamente amplio solo con algunas chozas y viviendas del tipo “rural” en donde durante el día el ganado paseaba y en la noche los maleantes acechaban.
A raíz de la cantidad de actos vandálicos que se cometieron en este sitio, la comunidad comenzó a llamar el sitio “El Peligro”.
Esquina Pele el Ojo
Que miedo que te digan, “Eso queda por ahí cerca de la esquina Pele el Ojo”… Este nombre, tiene que ver con la esquina anterior, pues proviene de esa historia, ya que Pele el Ojo precede a Peligro.
El relato lo echan así “Un hombre, estableció una – bodega – y la llamó – Pele el Ojo al Peligro -“. nos contó María Figuera, quien al preguntarle el por qué de ese nombre dijo “Por ahí dicen que el dueño de la bodega, respondía – Por allí derechito está El Peligro, yo desde aquí les digo Pele el Ojo para que no corran peligro – esto para que la gente siempre se mantuviera alerta”.
