El candidato presidencial demócrata Joe Biden burló el jueves las normas de distanciamiento social COVID-19 y estrechó la mano de un asistente en la pista cuando llegó a Wisconsin para reunirse con los residentes de Kenosha devastada por disturbios.
En una escena que recuerda a la campaña antes de que la pandemia de coronavirus golpeara en marzo, Biden extendió sus manos hacia el empleado avanzado Brian McPartlin en el Aeropuerto Internacional General Mitchell de Milwaukee.
Ambos usaron mascarillas en medio del no-no del coronavirus.
Biden, de 77 años, rara vez viaja debido a la pandemia, sino que trabaja desde una oficina en casa en su sótano de Wilmington, Delaware. Esta semana, hizo otro viaje a Pittsburgh, donde criticó el manejo del presidente Trump de las protestas contra la brutalidad policial.
Biden critica habitualmente el manejo de Trump de COVID-19. Trump, mientras tanto, a menudo describe a Biden como alguien con facultades mentales deterioradas.
Después del apretón de manos, Biden se reunió con la familia de Jacob Blake , de 29 años, cuyo tiroteo por parte de la policía y una posible parálisis el mes pasado provocaron disturbios e incendios que devastaron la pequeña ciudad. También se dirigió a una reunión de líderes comunitarios, donde habló con una máscara pero en un momento se disculpó por invadir el espacio de su audiencia.
Como presidente, Trump fue criticado en marzo por seguir dándose la mano en lugar de adoptar el codazo de “ala de pollo” alentado por los funcionarios de salud y aceptado fácilmente por el vicepresidente Mike Pence.
Trump rara vez se ha dado la mano en los últimos meses y ha reflexionado públicamente sobre la eliminación permanente de la sutileza social para protegerse de los gérmenes incluso cuando pasa la pandemia.