“Hay que estar muy atentos a lo que próximamente decida la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre si tiene o no competencia para actuar en el caso del diferendo sobre el Esequibo. A partir de allí, Venezuela debe buscar resolver la disputa limítrofe de una forma pragmática, en paz y armonía”.
“Compartimos la apreciación que hace pocos días emitió el académico, Manuel Donís Ríos, en cuanto a que solo bajo un gobierno de transición que replantee en forma responsable y profesional la política exterior de Venezuela, sería posible denunciar el Acuerdo de Ginebra dada la reiterada actitud falaz de Guyana y buscar un mediador internacional, como por ejemplo, el Papa Francisco, para resolver la disputa, tal como lo hicieron Argentina y Chile en 1987 cuando limaron sus diferencias por el canal de Beagle, gracias a la mediación del Vaticano”.
Así lo aseveró el profesor de la Universidad de los Andes y experto en asuntos fronterizos, Claudio Briceño Monzón, al referirse a la propuesta de Donís Ríos, formulada en el marco de una conferencia virtual sobre el tema del Esequibo organizada por la Academia Nacional de la Historia y la Cámara de Caracas, el pasado 27 de agosto.
“La cuestión es perfectamente viable porque desde la perspectiva de la Historia comparada del Derecho Internacional, Argentina y Chile en 1978 casi van a la guerra por el problema del Canal del Beagle. Sin embargo, decidieron aceptar la mediación del papa Juan Pablo II, hecho que llevó en 1984 a la firma de un tratado de paz y amistad entre ambas naciones”.
Briceño Monzón recordó que “la importancia del Acuerdo de Ginebra de 1966 radica en haber logrado que los ingleses y su ex colonia Guyana, reconocieran que existe un diferendo limítrofe y se debe agotar los medios pacíficos para resolverlo. Sin embargo, los gobiernos guyaneses han sostenido por más de cincuenta años una postura contraria a la buena fe, por tanto, Venezuela debe propiciar una solución equitativa que nos reintegre alguna porción del territorio despojado”.
Con información de nota de prensa.