Tras 20 años de mala gestión, de estatización de empresas, corrupción y falta de mantenimiento, los servicios de agua y gas, que antes eran muy económicos, ahora representan un peso importante en los gastos de las familias venezolanas, que deben comprar tambores de agua y leña en divisas
Carlos Seijas || TAL CUAL
En algunas zonas de Venezuela, sobre todo las más alejadas de Caracas, habría que agregar a la canasta básica familiar tres rubros: los tambores de agua, la leña y la bombona de gas bachaqueada.
La crisis de los servicios públicos, producto de años de corrupción y falta de mantenimiento, ha hecho que muchos hogares tengan que buscar un dinero adicional para comprar agua, leña y bombonas bachaqueadas, lo que ha aumentado sus gastos mensuales, ya afectados por la acelerada escalada de los precios, que registró un acumulado de 843% desde enero hasta julio de 2020, según la Asamblea Nacional (AN).
José Muñoz, trabajador petrolero de 48 años de edad, con 28 años de servicio en la industria y 12 en Pdvsa, desde la nacionalización de Hugo Chávez en 2007, tiene que pagar un millón de bolívares semanales por cinco tambores (pipas) para llenar el tanque de 1.000 litros que tiene en su casa en Ciudad Ojeda, estado Zulia. Si no, sencillamente no tiene agua para cocinar, bañarse ni lavar la ropa.
Pero, Muñoz gana un salario equivalente a un dólar y siete centavos mensuales. «Ahora con la covid-19 más que nunca debemos tener agua, pero no tengo un poder adquisitivo para estos gastos, ni siquiera para los gastos de la alimentación. Esto nos está afectando fuertemente de manera psicológica, emocional y mental. Este régimen acabó con todo: con los servicios públicos, con la calidad de vida, la economía, con las condiciones de todos los venezolanos».
Lee la nota completa en TAL CUAL