Con la imagen de la medalla presidencial de Bolivia que fue robada en una zona de prostíbulos en 2018, un grupo de trabajadoras sexuales marchó hacia la ciudad de La Paz exigiendo volver a sus actividades, tras seis meses de parar por la cuarentena para evitar contagios de la COVID-19.
El grupo de mujeres inició su protesta en la 12 de Octubre, considerada una zona rosa de la ciudad de El Alto, y bajó hasta la ciudad vecina de La Paz pidiendo a las autoridades que “se flexibilicen” las medidas con este gremio y puedan volver a trabajar.
“Queremos entrar a trabajar legalmente a nuestros locales, que son nuestra fuente laboral”, dijo a EFE la representante de la Asociación de Trabajadoras Nocturnas (ATN) de El Alto, Viviana Gutiérrez.
La representante explicó que decidieron poner de “símbolo” de esta marcha la medalla presidencial, que fue robada en 2018 en la zona 12 de Octubre de El Alto, porque la mayoría de las trabajadoras sexuales que se movilizan trabajan en ese lugar.
El robo a un militar que debía custodiar el símbolo patrio terminó con su entrega anónima dejándolo a las puertas de una iglesia en La Paz.
El cartel rojo que encabezaba la marcha mostraba la imagen de este símbolo, con la leyenda “la medalla presidencial es nuestra”.
Las mujeres marcharon, muchas cubiertas de la cara, portando globos rojos y algunas vestidas enteramente de este color, mostrando carteles que exigían respeto y dignidad hacia su fuente laboral.
“El rojo nos representa, es nuestro símbolo, porque dicen que nostras representamos el amor”, indicó Gutiérrez.
“Tenemos hambre, queremos trabajar”, gritaban las mujeres a su paso por las calles.
Gutiérrez sostuvo que la cuarentena dictada desde marzo por el Gobierno transitorio para evitar contagios de COVID-19 les “afectó de sobremanera”, al no poder trabajar y al intentar sobrevivir como pudieron estos seis meses, algunas vendiendo refrescos o comida.
“Algunas han sido botadas por otras vendedoras y no queda más que volver a este trabajo”, indicó la representante.
Otras trabajaron por su cuenta ofreciendo sus servicios sexuales, pero fueron “arrestadas y hostigadas” por la Policía Boliviana, añadió Gutiérrez.
Las trabajadoras sexuales están dispuestas a cumplir con todas las normas de bioseguridad que disponga el Gobierno interino para volver a trabajar.
Otra organización de las trabajadoras sexuales ya presentó al Gobierno transitorio un protocolo de bioseguridad para que este rubro vuelva a trabajar, pero aún no se tiene respuesta.
Bolivia estuvo en cuarentena rígida desde marzo, en julio se flexibilizaron algunas medidas y este mes entró a una etapa de “posconfinamiento” que amplía los horarios para circular y rubros del ocio como cines y restaurantes ya volvieron a abrir en algunas ciudades.
El país registra 7.054 decesos y 121.604 casos confirmados de COVID-19, según datos oficiales.
EFE