Desoladas y con poco trabajo se encuentran las caucheras de la ciudad, las cuales en las últimas semanas han registrado números rojos por la falta de clientes.
Por Daimar Díaz | LA PRENSA DE LARA
Tener los carros guardados en casa por no tener cómo mantenerlos o estar en cola, son algunas de las razones que consideran los trabajadores de las caucheras que han contribuido a la poca o casi nula afluencia de personas a sus locales.
“Este era un negocio que pertenecía a mi abuelo, luego pasó a mi papá y ahora soy yo el encargado de él, pero la crisis nos tiene en ruinas porque ya nadie viene ha reparar un caucho, si se les daña arruman el carro en la casa y los que si están óptimos para rodar están prácticamente encadenados a una cola de gasolina”, manifestó Efraín López, dueño de una cauchera de la ciudad.
Cumpliendo horario se mantienen muchos de los trabajadores de esta área, pues al día no contabilizan tres clientes.
“Son pocos los que se acercan en busca de nuestros servicios ahora la prioridad de la gente es comprar comida así tenga que salir a pie”, comentó Jaiker Infante.
El costo de una reparación de un caucho va desde 200 mil bolívares por un parche, hasta el millón si requiere una vulcanización que consiste en coser el caucho para prolongarle su vida útil, pues un caucho nuevo y barato sale en 24 dólares.