El estado de excepción establecido en Ecuador para intentar frenar los contagios del nuevo coronavirus concluirá este domingo tras seis meses, en los que la enfermedad ha dejado 10.864 muertos en el país, informó el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE).
“El estado de excepción, decretado en el territorio nacional, por la pandemia de COVID-19, finalizará el domingo 13 de septiembre a las 23:59 (05H00 GMT)”, informó en un comunicado el SNGRE.
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE), a cargo del manejo de la crisis sanitaria, dispuso que las autoridades de los distintos ámbitos “impulsen normas de prevención y control para contener el contagio masivo de la COVID-19 en Ecuador”, según la información oficial.
Las diferentes instituciones del Estado y los 221 gobiernos locales “deberán desarrollar políticas” para “enfrentar la crisis sanitaria” que en Ecuador suma más de 116.000 casos de coronavirus, en una población de 17,5 millones de habitantes.
Empero, los municipios no podrán aplicar el toque de queda ni prohibir la libre circulación vehicular, vigentes hasta por 14 horas diarias durante la excepción.
El COE resolvió, entre otros, mantener el cierre de las fronteras terrestres y marítimas, así como la suspensión de clases presenciales.
Tras levantarse el estado de excepción seguirán prohibidos los espectáculos públicos, en tanto que la apertura de bares y discotecas se realizará solamente si las autoridades municipales dan su consentimiento.
El presidente Lenín Moreno ordenó por primera vez el estado de excepción por 60 días el 16 de marzo y luego lo renovó por otros 30, como le permite la Constitución.
El 16 de junio, decretó un nuevo estado de excepción de 60 días, que fue renovado en agosto y terminará el 12 de septiembre, sin posibilidad de extenderlo por resolución de la Corte Constitucional.
El gobierno ha flexibilizado desde mayo las medidas de confinamiento, reabriendo sus fronteras aéreas y permitiendo que se reanuden actividades recreativas como el torneo profesional de fútbol sin la presencia de público, la visita a playas y reservas naturales, así como el aumento del trabajo presencial.
AFP