Con una heroica e inédita remontada, el austriaco Dominic Thiem doblegó este domingo al alemán Alexander Zverev en la final del Abierto de Estados Unidos, conquistando su primer título de Grand Slam y el primero que el ‘Big Three’ del tenis dejó libre desde 2016.
Thiem, segundo sembrado, derrotó a Zverev, quinto, por 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 (8/6) en cuatro horas y un minuto de juego sobre la pista principal de Flushing Meadows (Nueva York), sin público en las gradas por culpa del coronavirus.
Al borde de perder su cuarta final seguida de Grand Slam, Thiem fue el primer tenista capaz de remontar dos sets en contra en una final del Abierto estadounidense desde el inicio de la era abierta hace medio siglo.
Abriendo un nuevo capítulo en la historia de este deporte, Thiem dio por terminada una racha de 13 torneos de Grand Slam acumulados por Djokovic, Nadal y Federer.
Thiem es también el primer ganador de un ‘Major’ nacido en la década de 1990 y el primero en estrenarse en el palmarés de los Grand Slams desde el croata Marin Cilic en 2014.
Zverev, el finalista más joven de un Grand Slam desde Djokovic en 2010, no pudo reprimir el dolor y las lágrimas al recordar a sus padres, ambos tenistas, que no pudieron acompañarle a Nueva York por haber dado positivo por coronavirus.
“Los extraño (…) Esto es muy duro”, afirmó.
“Ojalá pudieran haber dos ganadores hoy, realmente lo mereciste”, le dijo Thiem.
Visto como el heredero del ‘Big Three’, Thiem tuvo que esperar largos años hasta que se le abriera esta gran oportunidad en el Abierto, con Federer y Nadal ausentes de Nueva York y Djokovic descalificado por una acción antideportiva en octavos.
En Nueva York, el austriaco llegaba después de una cruel tercera derrota ante Djokovic en cinco sets en la final del Abierto de Australia, de la que parecía repuesto al ganar con facilidad en semifinales al otro favorito del US Open, el ruso Daniil Medvedev.
Pero en la final ante Zverev, a quien había batido en siete de sus nueve enfrentamientos (la última en semifinales del Abierto de Australia), al austriaco se le vino encima toda la presión.
– Evitando seguir a Murray –
Durante las dos horas iniciales, Thiem se encaminaba hacia el ingrato club de jugadores que han perdido sus primeras cuatro finales de Grand Slam, del que forman parte el escocés Andy Murray y el checo Ivan Lendl.
Zverev, con uno de los mejores saques del circuito, no necesitó de su mejor actuación al servicio (15 ‘aces’ en el partido por 8 de su rival) para tomar inicialmente distancia ante Thiem.
En la primera oportunidad, Zverev consiguió un ‘break’ que le dio ventaja por 2-1 y no tuvo problemas para defender su servicio hasta el final de la manga.
Parecía que el mundo se le caía encima a Thiem cuando regaló otros dos ‘breaks’ a su rival con una colección de errores no forzados y estaba obligado a lograr una hazaña sin apenas precedentes, ya que ningún tenista ha logrado remontar dos sets en una final del Abierto desde el inicio de la era abierta hace medio siglo.
Al inicio de la manga, el austriaco cedió su quinto servicio pero después fue recuperando sensaciones positivas a medida que el cansancio afectaba la precisión del cañón alemán.
A base de pelea Thiem evitó la humillación y alargó la final hasta el cuarto set, en el que los errores no forzados caían ahora del lado del alemán (12 en esa manga).
– Condena por dobles faltas –
Con la confianza recuperada, el austriaco comenzó a exhibir su talento y varias inoportunas dobles falta de Zverev le allanaron el camino hacia la quinta y definitiva manga.
En la batalla final, cada uno logró una ruptura de servicio en los dos primeros juegos y Zverev llegó a servir para ganar con 5-3 a favor. Pero Thiem, una vez más contra las cuerdas, sacó los mejores trucos de su repertorio, con dos golpes paralelos para el recuerdo, con los que llevó el juego al ‘tie break’ y culminó la proeza.
La victoria de Thiem, primer austriaco en conquistar un Grand Slam desde Thomas Muster en 1995, echa el cierre al Abierto de Estados Unidos más excepcional e imprevisible, celebrado a puerta cerrada y con los jugadores en estado de aislamiento.
“Merecemos un US Open normal en 2021”, dijo Thiem agradeciendo el esfuerzo a los organizadores.
Muchas estrellas de este deporte se negaron a viajar a Nueva York y algunos tenistas fueron retirados preventivamente durante el torneo, que también asistió a la insólita descalificación de Djokovic, el favorito absoluto, por un pelotazo accidental a una jueza de línea cuando el partido de octavos estaba parado.
AFP