Pablo Iglesias no se contentó con figurar como “beneficiario” de los fondos que llegaban a la Fundación CEPS procedentes de las narcodictaduras, tal y como figura en la documentación que ya ha publicado OK DIARIO.
CARLOS CUESTA || OK DIARIO
El dinero que entraba en esa entidad pagado por Venezuela o Ecuador se repartía entre los responsables de cada trabajo realizado y de la propia Fundación: Iglesias fue miembro del Consejo Ejecutivo durante los años 2008 y 2009 y responsable de Investigación.
Pero es que, además, durante el periodo de predominio de Iglesias, los 1,36 millones llegados de Venezuela y los 369.019 euros procedentes de Ecuador tuvieron un trato un tanto peculiar: de cada contrato más de la mitad del dinero pagado por las dictaduras no llegó a gastarse ni en viajes, ni en comidas, ni en ordenadores. Directamente fue apartado para que quedase limpio y el reparto entre Iglesias y su equipo fuese mayor.
La mitad del dinero, al menos, de la inmensa mayoría de los convenios y contratos firmados con Venezuela o Ecuador nunca se gastó, según las cuentas de la Fundación. Es decir, los países populistas pagaban para realizar trabajos, pero siempre sobraba dinero -mucho dinero- y nadie lo reclamaba. Y ese dinero se quedaba para ser repartido entre los “beneficiarios” de los fondos, tal y como destacan las cuentas de CEPS publicadas por este diario.
Así pasó, por ejemplo, en el Convenio firmado con la ‘Presidencia de la República de Ecuador’ para el “desplazamiento de varios especialistas con la finalidad de brindar apoyo técnico en materia socio-económica, jurídico-constitucional, de democracia y derechos humanos, de gobernabilidad y generación de gobernanza y de comunicación social”. El contrato se dotó -y figuran como ingresos en las cuentas de la Fundación en 2008- con “102.096,38 euros (150.000 dólares)”, según la anotación de la propia CEPS. Pero los gastos se limitaron a 30.948,28 euros ese mismo ejercicio.
Lo mismo pasó con el convenio firmado con Ecuador para el “apoyo técnico en material constitucional a la Asamblea Constituyente de Ecuador”: se pagó por parte de Ecuador un total de 84.000 euros, pero sólo se gastaron 43.467,65 euros.
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