Greg Kelly, excolaborador de Carlos Ghosn en Nissan, acusado como él de malversaciones financieras, se declaró este martes no culpable durante la apertura de su juicio en Tokio, donde comparece sin su exjefe, que huyó a Líbano.
“Creo que los elementos acreditarán que no violé las reglas” bursátiles japonesas, declaró Kelly, vestido con un traje gris y con mascarilla, como todos los demás en la sala del tribunal por el coronavirus.
Su juicio, que empezó el día de sus 64º cumpleaños, durará previsiblemente unos diez meses y se produce casi dos años después de su detención en Japón, que tuvo lugar el mismo día que el de Ghosn.
El exjefe de Renault y Nissan escapó a la justicia nipona, por lo que Kelly se encuentra en primera línea en este proceso, del lado del grupo japonés, investigado como persona jurídica.
Un representante de Nissan confirmó el martes en el proceso que el grupo se declararía culpable.
Kelly y Nissan están acusados de haber omitido mencionar, ilegal e intencionadamente, en los informes bursátiles anuales del fabricante de automóviles de 2010 a 2018, una remuneración total de 9.200 millones de yenes (73 millones de euros, 87 millones de dólares) que Ghosn debía obtener más tarde.
– Hasta diez años de cárcel –
“Niego las acusaciones. No participé en una conspiración criminal”, insistió el martes Kelly.
El exresponsable de asuntos jurídicos de Nissan reconoció que había trabajado con otras personas, tanto interna como externamente, sobre una forma “legal” de remunerar más a Ghosn a partir de 2010, para disuadirle de que se fuera a otra empresa donde le habrían pagado mejor.
En aquel momento, a Nissan le interesaba retener a ese “dirigente extraordinario” que había salvado al grupo de la quiebra y que “protegía ferozmente su independencia” respecto a Renault, insistió.
A principios de 2020, durante su primera aparición pública en Beirut tras su huida de Japón, Ghosn reafirmó que había sido víctima de un “golpe montado” por algunos responsables de Nissan, que deseaban derrocarle para evitar que hiciera que la alianza Renault-Nissan acabara siendo “irreversible”, si bien esta no suponía la fusión de ambas empresas.
La esposa de Greg Kelly, Donna, calificó este martes de “decepcionante” la ausencia de Ghosn en el juicio porque podría haber testimoniado a favor de su marido. Ghosn “tendrá que asumir las consecuencias de la elección que ha hecho” huyendo a Líbano, agregó ante la prensa.
Kelly fue liberado bajo fianza en la Navidad de 2018, tras haber pasado más de un mes en detención provisional, pero con la prohibición de abandonar Japón, a la espera de su juicio.
Podría ser condenado con hasta diez años de prisión.
No obstante, sus abogados indicaron a la AFP que tenían la esperanza de que fuera absuelto, pese a la tasa de condenas extremadamente alta (más del 99%) en los casos penales en Japón.
Nissan y la fiscalía aseguran que tienen pruebas suficientes de que a Ghosn se le habían garantizado esos pagos futuros y que, por lo tanto, deberían haber sido declarados en los informes del fabricante de automóviles, tal y como marca la normativa bursátil japonesa.
Los investigadores recabaron una suma astronómica de documentos en este caso, pero la defensa de Kelly denunció que solo había podido acceder a parte de estos.
– Testigos con miedo –
Otra desventaja de peso: “Los testigos extranjeros, muy útiles para Kelly, no confían en el sistema judicial japonés”, ya que temen caer en una trampa y ser detenidos al llegar a Japón -como Kelly a finales de 2018-, lamentó hace poco uno de sus abogados, James Wareham, entrevistado por la AFP.
“Tienen miedo. No vendrán a testificar a Japón”, agregó.
Además, la fiscalía y el tribunal rechazaron la demanda de Kelly de autorizar que los testigos fueran escuchados fuera de Japón por videoconferencia.
A finales de 2019, Nissan aceptó pagar una multa de 2.400 millones de yenes (cerca de 20 millones de euros, 22 millones de dólares) a la Agencia japonesa de Servicios Financieros (FSA) por haber omitido mencionar los pagos en diferido de Ghosn.
El fabricante japonés también aceptó pagar 15 millones de dólares a Estados Unidos en un acuerdo amistoso con las autoridades estadounidenses sobre el mismo caso.
Ghosn, que como Kelly defiende su inocencia, aceptó pagó 1 millón de dólares a las mismas autoridades estadounidenses para evitar ser procesado en Estados Unidos por esta misma vertiente del caso. Kelly, por su parte, aceptó pagar una multa de 100.000 dólares.
En una declaración publicada el martes en su web, Nissan dijo que había llevado a cabo una “investigación interna sólida y exhaustiva” que demostró que Ghosn y Kelly habían cometido “intencionalmente” actos inapropiados “graves”. El grupo también expresó su “profundo pesar” por el caso, que ha dañado gravemente su reputación.
AFP