En una inusual intervención televisiva, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo este miércoles que Canadá está en una “encrucijada” ante el rápido aumento del número de casos de COVID-19 y advirtió a la población que no podrán celebrar el Día de Acción de Gracias con sus familias como es tradicional.
Trudeau solicitó el martes a las principales cadenas de televisión del país retransmitir su declaración en la que aseguró que la evolución de la pandemia en el otoño que está a punto de empezar en Canadá, puede ser peor qué en la primera oleada de la enfermedad, durante la primavera.
“Sé que nadie quiere escuchar estas noticias. Y no podemos cambiar los números de hoy o los de mañana. Pero lo que podemos cambiar es dónde estaremos en octubre y en el invierno”, aseguró un sombrío Trudeau.
El primer ministro canadiense añadió que, aunque las circunstancias no permitirán a los canadienses celebrar el Día de Acción de Gracias con sus familias por las restricciones impuestas en la mayoría del país para evitar la propagación de la enfermedad, “todavía tenemos una oportunidad” de celebrar las fiestas navideñas.
La fiesta del Día de Acción de Gracias se celebra en Canadá el segundo lunes de octubre, que este año corresponde al día 12.
La alocución de 15 minutos de Trudeau se produce en un momento en el que Canadá registra una media diaria de alrededor de 1.100 nuevos casos de COVID-19, el triple que hace un mes y la cifra más elevada desde la primavera.
La inmensa mayoría de los nuevos casos se concentran entre gente joven en las provincias más pobladas del país: Quebec, Ontario, Alberta y Columbia Británica.
La directora médica de Canadá, la doctora Theresa Tam, también advirtió este miércoles que el país se encuentra en una “encrucijada” por la trayectoria de la pandemia.
“A menos que se fortalezcan las medidas de sanidad pública y de los individuos, y trabajamos de forma conjunta para ralentizar la propagación del virus, la situación está de camino para que se produzca un gran crecimiento en varias provincias”, advirtió Tam.
También este miércoles, en el discurso del trono que marca la reapertura del Parlamento canadiense tras más de un mes de parón, el Gobierno de Trudeau se comprometió ha ayudar a las autoridades provinciales para que puedan responder a la creciente demanda de pruebas de COVID-19.
En los últimos días se pueden ver en las calles de los alrededores de los hospitales de Toronto miles de personas que esperan, a veces hasta ocho horas, para que realizar pruebas de COVID-19.
En el discurso del trono, el Gobierno de Trudeau afirmó que “los canadienses no deberían estar esperando en fila durante horas para que se les haga una prueba”.
EFE