El presidente regional de Cataluña (noreste de España), Quim Torra, compareció este miércoles ante un tribunal de Barcelona imputado por presunta desobediencia, justo cuando espera la sentencia definitiva de otra causa judicial que podría conllevar su destitución.
La comparecencia apenas duró tres minutos, indicó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), dado que el dirigente separatista se acogió a su derecho a no declarar, acusando a las instancias judiciales de llevar a cabo una “persecución política al independentismo catalán”.
“Le he dicho al magistrado que ese no era un tribunal neutro, que dijera lo que dijera, hiciera lo que hiciera, la sentencia ya estaba escrita”, dijo en una rueda de prensa posterior.
Torra está imputado por el TSJC por desacatar en septiembre de 2019 su orden de retirar una pancarta que colgaba de la sede del gobierno catalán reclamando la libertad de los líderes separatistas encarcelados por el fallido intento de secesión de 2017.
El presidente regional desde mayo de 2018 ya fue condenado a un año y medio de inhabilitación por este tribunal en diciembre por desobedecer una orden similar formulada por la Junta Electoral española.
La pena todavía no se ha aplicado a la espera de un recurso del acusado ante el Tribunal Supremo, que estudió el caso la semana anterior y debe dictar la sentencia definitiva en los próximos días.
Si este alto tribunal ratifica la inhabilitación, Torra sería destituido, arrastrando a una crisis política a esta región del noreste de España, donde los separatistas mantienen amplias cotas de poder pese a las profundas divisiones en el seno del movimiento.
AFP