El pasado fin de semana, autoridades estadounidenses informaron sobre un ataque de tiburón a un hombre que se disponía a practicar esnórquel en los cayos de la Florida. Andrew Eddy, de 30 años, sufrió una delicada herida, pero pudo sobrevivir y ser atendido eficazmente gracias a la rápida reacción de su esposa embarazada, que no pensó dos veces para actuar, asegura la agencia AP citando un reciente reporte del caso.
De acuerdo con un informe de la Oficina del Sheriff del condado de Monroe, Margot Dukes-Eddy se encontraba con su familia en una embarcación cuando su marido se disponía a bucear por los alrededores. Justo en el momento en que el hombre se introdujo en el agua, fue atacado por un tiburón, que lo agarró por el hombro con las mandíbulas. Al ver la “aleta dorsal del tiburón y la sangre esparciéndose en el agua”, la mujer se lanzó inmediatamente al mar y llevó a su marido hasta la embarcación.
Aunque la mordedura que recibió la víctima era grave, la rápida acción de Margot evitó mayores lesiones y facilitó la atención de su marido y su posterior traslado aéreo a un hospital de Miami. En el momento del ataque había varias personas buceando cerca del lugar, pero nadie más resultó herido. Esos testigos aseguran haber visto esa mañana en el área a un tiburón toro (‘Carcharhinus leucas’) de casi 3 metros de longitud.