La edición del 2021 del Carnaval de Barranquilla, festividad declarada por la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, está “en veremos” por la pandemia de la COVID-19.
Aunque las autoridades de la ciudad no se han pronunciado oficialmente sobre la suspensión definitiva de las fiestas, la situación que vive el país por el coronavirus y la amenaza de un rebrote para fines del 2020 hacen muy difícil que se autorice la realización de los multitudinarios desfiles y conciertos que cada año tiene esta ciudad del Caribe colombiano.
Celebradas oficialmente por primera vez en 1865, los barranquilleros nunca han dejado de organizar sus fiestas populares e incluso las realizaron durante las dos guerras mundiales, la década de la gran depresión y en la época de la gripe española.
Sin embargo, ven la posibilidad de que el 2021 sea el primer año en las que se suspendan o aplacen.
En medio de la crisis derivada de la pandemia, la no realización del Carnaval será un duro golpe para las finanzas de Barranquilla, pues cada año las festividades mueven en la economía local más de 300.000 millones de pesos (unos 77 millones de dólares) gracias al millón de personas que asiste a los diferentes eventos masivos.
ACTORES DEL CARNAVAL
Los principales afectados por una eventual suspensión del Carnaval de Barranquilla son los llamados “hacedores de la fiesta”, entre quienes se encuentran bailarines, artesanos, costureras, zapateros, maquilladores, decoradores de carroza, músicos, personal de logística, acróbatas, actores y gimnastas.
Angélica Ortega, quien además de desempeñarse como administradora de empresas es la directora artística y coreógrafa de la comparsa de fantasía Dacana, manifestó a Efe que se han visto afectados por “un virus que ha cambiado la forma de vivir de todas las personas, un virus que nos ha cambiado la vida”.
Ortega se mostró de acuerdo con que no se realicen los desfiles en febrero y se busquen alternativas que permitan la realización de las fiestas de una manera diferente para garantizar la salud de los barranquilleros y de los visitantes.
“Como directora artística de una de las agrupaciones del carnaval, afectada económicamente y que fui una de las víctimas del COVID-19, creo que es necesario que el carnaval de 2021 sea diferente a como lo hemos organizado y vivido durante estos últimos años”, anotó.
NUNCA SE HAN SUSPENDIDO LAS FIESTAS
Los desfiles masivos del Carnaval nunca han sido suspendidos desde su primera realización en 1865.
La Batalla de Flores, el más vistoso de todos, apareció en 1903, cuando el país salía de la Guerra de los Mil Días y fue símbolo de terminación del conflicto armado.
La única vez que se suspendieron los eventos oficiales, mas no los desfiles populares, fue en 1947 cuando el sábado de Carnaval ocurrió un accidente aéreo cerca a Bogotá en el que fallecieron varios personas reconocidas en Barranquilla, entre ellas el futbolista Romelio Martínez.
Con el paso de los años han aparecido otros actos masivos en las festividades como la Gran Parada en 1967, el Festival de Orquestas en 1969, la moderna Guacherna en 1974, el desfile del Carnaval de los Niños en 1995 y el Carnaval de la Calle 44 en el 2000.
Para el 2021, el Carnaval está programado para celebrarse entre el 13 al 15 de febrero, pero con la eventual suspensión algunos sectores han propuesto aplazar los desfiles para el segundo semestre o incluso hacerlos en diferentes fechas a lo largo del año.
Otra propuesta es realizar en febrero algunas actividades que se transmitirán virtualmente y que tendrán un carácter netamente pedagógico con el fin de exaltar las tradiciones sin poner en riesgo la vida de participantes y asistentes.
FINANZAS AFECTADAS
Para Lisandro Polo, un músico que deriva su sustento de sus presentaciones y que además se dedica a la organización de eventos, la crisis por la pandemia de COVID-19 lo ha afectado de manera notoria en sus finanzas.
“Esto es complicado porque esos son recursos que no van a entrar, pero hay que amoldarse a las circunstancias y buscar alternativas. Toca ser recursivo y esperar que nos ampare el Espíritu Santo”, indicó Polo a Efe.
Luz Marina Cañate, directora de un grupo de Mapalé Bambuzú que tradicionalmente participa en los desfiles del Carnaval, explicó a Efe que en años anteriores para esta época ya tenían definidos el vestuario y las coreografías con las que se iban a presentar, pero por la pandemia esta vez no han podido hacer nada.
“Todavía no tenemos la vacuna y esto no ha pasado. Nosotros en la cumbiamba creemos que no debe haber carnaval presencial y apoyamos la iniciativa de que se hagan presentaciones virtuales con carácter pedagógico”, dijo a Efe Alexandra Guzmán, directora de El Gallo Giro, grupo que se ha presentado en varias oportunidades en el desfile que se realiza en el Cumbiódromo de la Vía 40.
UNA FIESTA DIFERENTE
Aunque el alcalde Jaime Pumarejo ha evitado pronunciarse al respecto argumentando que todavía falta mucho tiempo para tomar una decisión, la declaración de esta semana de su secretaria de Cultura, María Teresa Fernández anticipa qué pasará con el Carnaval para el 2021.
“En estos momentos sería un atrevimiento hablar de eventos masivos en febrero. Eso no lo vemos sucediendo, no vamos a tener el Carnaval tal y como vivimos este año. Vamos a vivir el Carnaval de una manera distinta. Estamos planteando actividades desde lo lúdico, lo pedagógico y lo tradicional”, declaró Fernández.
Para Carla Celia, directora de Carnaval SAS, entidad encargada de la organización de las fiestas, “lo más importante es saber que en Barranquilla no se va a poner en riesgo la vida y la salud de nadie”, por lo que las festividades están en veremos. EFE