Nueva manifestación de la oposición en Bielorrusia tras polémica investidura de Lukashenko

Nueva manifestación de la oposición en Bielorrusia tras polémica investidura de Lukashenko

REUTERS/Vasily Fedosenko

 

Una nueva marcha de la oposición se preparaba este domingo en la capital de Bielorrusia contra el presidente Alexander Lukashenko, que prestó juramento en secreto esta semana, pese al movimiento de protesta sin precedentes al que se enfrenta desde hace semanas.

Desde la elección presidencial del 9 de agosto, decenas de miles de personas salen a las calles cada domingo en Minsk para denunciar la reelección de Lukashenko, que consideran fraudulenta. La movilización no cesa incluso pese a la fuerte represión.

Las marchas de este domingo están previstas a las 14H00 (11H00 GMT).

El sábado, las autoridades efectuaron unas 150 detenciones, en su mayoría mujeres, congregadas para protestar contra el régimen presidencial, y varios periodistas.

Cientos de personas se manifestaron en las marchas de mujeres el sábado. Algunas de ellas enarbolaban imágenes de la rival de Lukashenko, Svetlana Tijanóvskaya, y gritaban “Sveta, presidenta”, en alusión a la principal líder de la oposición.

Tijanóvskaya, de 38 años y refugiada actualmente en Lituania, reivindica la victoria en la elección del 9 de agosto, tras una campaña electoral en la que esta mujer, sin experiencia política, consiguió movilizar a multitudes.

Haciendo oídos sordos a estas manifestaciones masivas, Alexander Lukachenko prestó juramento el miércoles para un sexto mandato, lo que provocó protestas ese mismo día. La ceremonia en el palacio presidencial no fue anunciada y se celebró en secreto.

Por la mañana, el cortejo presidencial cruzó a gran velocidad la arteria principal de Minsk, cerrada al público. Las fuerzas de seguridad fueron desplegadas alrededor de la presidencia.

“Esta pretendida investidura es evidentemente una farsa”, denunció Tijanóvskaya, reivindicando de nuevo su victoria en los comicios presidenciales.

– “Lukashenko debe irse”-
Las criticas de varios países occidentales no tardaron en llegar. El gobierno alemán no reconoció al presidente Lukashenko y consideró que el “secreto” que rodeaba la ceremonia de investidura era un símbolo “revelador” de la debilidad del régimen y de su “falta de legitimidad”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró por su parte que lo que ocurre en Bielorrusia es “una crisis de poder, un poder autoritario que no consigue aceptar la lógica de la democracia y que se aferra por la fuerza”, en una entrevista este domingo con el periódico Journal du dimanche.

“Está claro que Lukashenko debe irse”, concluyó.

Estados Unidos tampoco considera a Lukashenko “como el presidente legítimo” de Bielorrusia, según afirmó en un comunicado el Departamento de Estado.

El mandatario bielorruso, que acusa a los países occidentales de impulsar las protestas, prometió una difusa reforma constitucional para hacer frente a esta crisis política, pero rechaza cualquier diálogo con los detractores del régimen, del que está al frente de 1994.

El presidente se niega a dar su brazo a torcer y ha pedido ayuda a su homólogo ruso, Vladimir Putin, quien prometió apoyo a nivel de seguridad si era necesario y un préstamo de 1.500 millones de dólares.

AFP

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