Hace unos años, 80 parisinos tuvieron la oportunidad de participar en el piloto de un nuevo programa de juegos llamado La Zone Xtrême.
Por: David Robson – BBC
Los participantes primero se encontraron con el productor en el estudio y este les informó que aparecerían en parejas, uno como “interrogador” y otro como “concursante”.
Pero una vez que llegaron al escenario, y el anfitrión explicó las reglas, las cosas adquirieron un cariz decididamente oscuro.
Al interrogador se le dijo que tenía que castigar al concursante con una descarga eléctrica por cada respuesta incorrecta.
También que tenía que ir aumentando la intensidad con cada equivocación, hasta llegar a 460 voltios: más del doble del voltaje de una toma de corriente europea.
Si la pareja pasaba de 27 rondas, ganarían el show.
Luego, llevaron al concursante a un cuarto cerrado y lo ataron a una silla, mientras que el interrogador se sentó en el centro del escenario.
Y el juego comenzó
Como se trataba simplemente de un programa piloto, se les dijo a los participantes que no habría ningún premio monetario por ganar el juego.
Sin embargo, la gran mayoría de los interrogadores continuaron administrando las descargas, incluso después de escuchar los gritos de dolor que provenían del cuarto.
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