Los enfrentamientos entre armenios y azerbaiyanos se intensificaron en Nagorno Karabaj, pese a que Francia, Rusia y Estados Unidos pidieron conjuntamente este jueves un alto el fuego en este enclave separatista armenio en territorio de Azerbaiyán.
En el quinto día de enfrentamientos, ningún bando parecía haber logrado un avance significativo frente al otro, pero “los combates se intensificaron en la mañana”, aseguró el portavoz del ministerio armenio de Defensa, Artstrun Hovhannisian, asegurando que habían infligido “grandes pérdidas” al “enemigo”.
Por su parte, las fuerzas azerbaiyanas, que aseguran desde hace varias jornadas que tomaron posiciones armenias que escapan a su control desde hace casi tres décadas, emitieron reivindicaciones parecidas y afirmaron que los combatientes separatistas tuvieron que “retirarse de posiciones que tenían en toda la línea del frente”.
Los llamados a una tregua no dejan de multiplicarse. Este jueves los presidentes Emmanuel Macron (Francia), Donald Trump (Estados Unidos) y Vladimir Putin (Rusia) pidieron un alto el fuego “inmediato”.
“Pedimos un cese inmediato de las hostilidades”, urgieron en una declaración conjunta publicada por la presidencia francesa, en la que instaron también a los líderes de Armenia y Azerbaiyán a “que se comprometan sin demora a reanudar las negociaciones”.
Estos tres países son los mandatarios del Grupo de Minsk, creado por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europea (OSCE), que es mediador del conflicto desde 1992.
La víspera, Putin y Macron ya reclamaron un cese “completo” de los combates y pidieron “disminuir las tensiones y dar prueba de moderación cuanto antes”, tras una conversación telefónica entre los dos jefes de Estado.
Pero el presidente azerbaiyano, Ilham Aliev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, desoyeron cualquier idea de negociaciones y se dijeron decididos a seguir combatiendo.
El jueves, Pashinyan afirmó en Facebook que Nagorno Karabaj combatía “el terrorismo internacional”. “La comunidad internacional afirmó claramente que el tándem turco-azerbaiyano dirige una guerra contra Armenia y Karabaj con la ayuda de mercenarios terroristas”, añadió.
– “Disparos devastadores” –
Nagorno Karabaj, de mayoría armenia, se proclamó independiente de Azerbaiyán en 1991, lo que desató una guerra que causó 30.000 muertos. Desde entonces, la situación está estancada, aunque a menudo estallan refriegas, como en 2016.
Desde el inicio de las hostilidades el domingo, unos 350 soldados azerbaiyanos murieron, 15 vehículos blindados fueron destruidos y tres helicópteros fueron abatidos, uno de los cuales habría caído en el vecino Irán, según el portavoz del ministerio armenio de Defensa.
En Bakú, el ministerio de Defensa desmintió esta última afirmación. Poco antes, había señalado que “toda la noche hubo disparos de artillería devastadores contra las fuerzas armenias”.
Por su parte, el ejército de Karabaj afirmó haber impedido que Azerbaiyán “reagrupe sus tropas”, y añadió que “la situación táctica no ha cambiado”.
Hasta la fecha, sólo se han difundido balances parciales que dan cuenta de un total de 128 muertos. Los armenios anunciaron la muerte de 104 soldados y ocho civiles. Bakú, que sigue negándose a comunicar pérdidas militares, informó de 16 civiles muertos.
Los dos bandos afirman haber causado al otro cientos de víctimas. Y cada uno publica vídeos para corroborarlo, como unas imágenes del miércoles de un dron azerbaiyano atacando un camión de transporte de tropas o una grabación armenia que muestra varios cuerpos en el suelo con el uniforme del ejército de Azerbaiyán.
Rusia, potencia regional que mantiene relaciones cordiales con las dos antiguas repúblicas soviéticas, se preocupa cada vez más por el papel de Turquía, que respalda a Azerbaiyán, en el conflicto.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el jueves que un alto el fuego en el enclave sólo era posible si las fuerzas armenias se retiraban totalmente.
“Un alto el fuego duradero en esta región depende de la retirada armenia de todo el territorio azerbaiyano”, declaró el mandatario en un discurso.
– “Larga guerra” –
Moscú reprocha a Ankara “echar más leña al fuego” después de alentar a Bakú en su ofensiva.
El miércoles, sin apuntar directamente a Turquía, la diplomacia rusa afirmó estar “muy preocupada” por el despliegue en Karabaj de “terroristas y mercenarios extranjeros” procedentes de Siria y Libia, dos países en los que Ankara participa militarmente con aliados locales.
Armenia ya había acusado a Turquía de enviar a “mercenarios”, pero tanto Ankara como Bakú lo desmintieron.
Respecto a la presencia de combatientes yihadistas de Siria en la región, Macron dijo que era un hecho “muy grave” que “cambia la situación”.
Para el dirigente de Nagorno Karabaj, Arayik Harutyunian, los enfrentamientos actuales difieren de los anteriores debido a la participación turca en el conflicto.
Por el momento, la injerencia militar de Ankara no está establecida. Sólo Armenia lo asegura y afirma que Turquía desplegó aviones F-16 y envió pilotos de drones y especialistas militares.
“El verdadero enemigo es Turquía”, denunció el miércoles ante la prensa Harutyunian, considerando que habría que prepararse para una “larga guerra”.
AFP