Gritos espeluznantes provienen de la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de El Vigía en el estado Mérida. Son presuntas torturas a las que son sometidos los presos que se encuentran recluidos en esos calabozos.
Los vecinos de la zona confirman que escuchan estos gritos, los describen como escalofriantes y hasta se les eriza la piel cuando los presos comienzan a suplicar para que no los golpeen. Los familiares de los privados de libertad manifestaron al equipo del Observatorio Venezolanos de Prisiones (OVP) que esta irregularidad se está haciendo costumbre en esos calabozos.
Asimismo, aseguraron al OVP que los funcionarios del CICPC utilizan tubos y tablas para golpearlos y conocieron de lo sucedido porque los mismos presos buscaron la forma de comunicárselo a sus familiares.
“Hacemos responsables a los funcionarios de las posibles lesiones que presentan nuestros familiares detenidos en dicho cuerpo policial”, dijo un ser querido de los detenidos.
Carolina Girón, directora del OVP, rechazó este tipo de comportamientos por parte de los funcionarios del cuerpo detectivesco y exigió que estos hechos sean investigados.
De igual manera, informó que las condiciones en las que conviven los privados de libertad de este centro de detención son deplorables, no tienen acceso a un baño, por lo que deben hacer sus necesidades en una bolsa plástica.
Otra de las situaciones que están padeciendo estos presos es el hacinamiento, aseguran que tienen poco espacio para convivir.
Familiares claman por una mejor atención para los presos del CICPC El Vigía y por su parte OVP exige el cese de los maltratos y mejores condiciones de reclusión en las que se encuentran estas personas que aunque están privados de libertad no han perdido sus derechos.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones