Desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, y su esposa Melania dieran positivo por ?ovid-19 la noche del pasado jueves, el equipo médico de la Casa Blanca ha venido informando de la amplia variedad de medicamentos que se le suministran al mandatario para combatir la enfermedad.
Además de los fármacos de venta libre —zinc, vitamina D, aspirina y melatonina— Trump también ha recibido productos farmacéuticos experimentales que aún no han sido probados ampliamente de forma combinada.
El día siguiente a la confirmación de su diagnóstico, el médico de Trump, Sean P. Conley, comunicó que el jefe del Estado había tomado un cóctel de anticuerpos policlonales de la empresa nacional Regeneron Pharmaceuticals. Si bien esta medicación ha mostrado resultados prometedores en las primeras etapas de los ensayos, no se sabe si es segura en combinación con el remdesivir de Gilead, otro medicamento antiviral experimental recetado a Trump.
Este domingo, los médicos también informaron que el presidente fue tratado con una segunda dosis de remdesivir junto con dexametasona esteroide, un medicamento que puede controlar los efectos inflamatorios del virus y que se usa normalmente en pacientes con coronavirus que se encuentran en estado más grave, según Bloomberg.
Aunque la dexametasona se ha utilizado en medicina durante mucho tiempo, no hay datos que respalden su seguridad y eficacia al interactuar con remdesivir y con la mezcla de anticuerpos Regeneron, señala el medio.
El ‘síndrome VIP’
Según Vinay Prasad, profesor asociado de medicina en la Universidad de California en San Francisco, más del 90 % de los infectados superan el covid-19 sin hacer nada, por lo que, en este caso, el enfoque de ‘algo es mejor que nada’ sería incorrecto.
“Desde el punto de vista de lo que es mejor para su salud, es una mala medicina. La razón por la que hacemos los estudios, en primer lugar, es que no sabemos si los medicamentos funcionan, y mucho menos cuando se administran con otros medicamentos que no han sido probados”, asevera Prasad.