Si el dicho popular dice que no debes ponerla en una olla, en 2020, debería decirse también que ni se te ocurra ponerlo en un dispositivo conectado a Internet porque puedes arrepentirte el resto de tu vida. Podría ocurrirte que, si usas un cinturón de castidad conectado, un hacker podría bloquearlo empleando un agujero de seguridad. Y se bloquearía para siempre.
Por El Mundo
Cualquier dispositivo conectado, sea un frigorífico, un móvil, un televisor o un juguete sexual, puede ser manipulado a distancia. Así que del mismo modo que un virus infecta un ordenador cuando pinchas en un enlace indebido, este cinturón sexual se puede bloquear debido a una puerta trasera en su sistema de seguridad.
El Cellmate es un juguete sexual de castidad conectado a Internet producido por la compañía Qiui. Cuesta aproximadamente 150 euros y se define como “primer dispositivo de castidad controlado por una aplicación del mundo”. Sobre el papel, su uso permite que la persona que lo lleva esté a merced de aquella que lo controla desde el móvil, que puede bloquearlo mediante bluetooth cuando así le parece y estimular así al ‘casto’ que lo viste.