El mundo de la moda a lo largo del tiempo se ha caracterizado por crear prendas únicas y con alto valor artístico, sin embargo las “nuevas tendencias” apuntan a un estado mental bastante desagradable, en algunos casos, cuando es dirigida a infantes.
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Esta vez, conocerás una marca de ropa infantil llamada Caroline Bosmans, catalogada como una “marca de lujo”, muy codiciada en Bélgica (país donde nació) desde el 2013, esta línea es señalada por los fashionistas como “radical y gráfico”, pero tras toda la parafernalia, existe una conceptualización psicológica que sin duda se esconde bajo la tendencia Edgy, una moda oscura y deprimente, pero en la sociedad es utilizada para referirse a una persona o cosa que tenga un estilo que provoca, que es audaz o cool, de igual forma ¿Quién quiere provocar con un niño?.
Lamentablemente, esta tendencia ha influido significativamente en el marketing que utiliza la reconocida línea, presentando en sus redes sociales, de una forma perturbadora a niños y jóvenes, colocándolos en contextos y simbolismos extravagantemente extraños, opresivos y sexuales, donde solo se denota tristeza y vulnerabilidad.
Este hecho pone en mesa una alarma a la sociedad, específicamente de “élite”, ya que la forma y fondo en estas publicidades atentan contra la integridad de cualquier menor indirectamente.
Ahora, la gran interrogante ¿Realmente ayudan a vender sus productos o hay una agenda más profunda detrás de esto?
