Un tanquero de bandera iraní partió de Venezuela el viernes con destino a la isla Kharg de Irán, según datos de Refinitiv Eikon, luego de que el buque cargó 1,9 millones de barriles de crudo pesado en la terminal petrolera de José, del país sudamericano.
El envío es el último ejemplo de cooperación entre las dos naciones de la OPEP este año, que han intensificado sus lazos comerciales para tratar de rescatar sus respectivas industrias petroleras, que están bajo intensa presión por las sanciones de Estados Unidos.
Un tanquero de grandes dimensiones (VLCC), registrado en las bases de datos de envío con el nombre de Horse, descargó 2,1 millones de barriles de condensado iraní para ser utilizado como diluyente para la producción de petróleo extrapesado de Venezuela en septiembre.
Luego cargó crudo pesado Merey para su exportación en virtud de un acuerdo entre las petroleras estatales Petróleos de Venezuela y la Compañía Nacional de Petróleo de Irán, según una fuente de PDVSA.
PDVSA se refirió al buque como el “Master Honey” en sus programas internos de exportación, visto por Reuters.
El barco llegó a Venezuela y cargó crudo sin transmitir su ubicación, como lo requiere la ley de transporte marítimo internacional en la mayoría de los casos, hasta alrededor de las 2:00 am hora local (6:00 am GMT) del viernes, indicaron los datos de seguimiento de buques de Refinitiv Eikon.
PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios. Sus programas de exportación no incluyen el destino de la carga.
Muchos petroleros han cambiado sus nombres e incluso sus empresas gestoras después de tocar puertos venezolanos este año para evitar las sanciones de Estados Unidos, según los registros públicos de transporte marítimo y los datos de Refinitiv Eikon.
Estados Unidos ha sancionado a PDVSA para buscar la salida del poder del presidente venezolano Nicolás Maduro, y ha sancionado a la industria petrolera de Irán para intentar frustrar el programa nuclear del país.
Pero Washington no tomó ninguna medida para interrumpir el viaje de Honey, ni el de una flotilla separada de tres petroleros iraníes que llevó combustible la semana pasada a Venezuela, donde hay problemas de gasolina.
Reuters