Varias decenas de manifestantes fueron arrestados este domingo en Minsk, capital de Bielorrusia, en el marco de una manifestación contra la reelección del presidente Alexander Lukashenko, que denuncian como fraudulenta.
Las imágenes difundidas por el medio independiente tut.by muestran a policías antidisturbios y hombres con pasamontañas vestidos de civil corriendo por un bulevar de la capital bielorrusa y deteniendo a manifestantes, a veces recurriendo a la fuerza.
Según la oenegé Viasna, los agentes detuvieron a 39 personas en la manifestación de este domingo.
El sábado, Lukashenko se reunió con varios opositores encarcelados en una prisión de los servicios especiales (KGB) para conversar sobre los cambios constitucionales que prevé llevar a cabo, según la presidencia bielorrusa.
El canal de Telegram NEXTA Live, que coordina en parte la protesta y que tiene dos millones de seguidores -en un país de 9,5 millones de habitantes-, instó a los manifestantes a congregarse cerca de la prisión y del Ministerio de Interior para que “cada preso político oiga” al pueblo.
Cientos de manifestantes, responsables de movimientos políticos, organizaciones sindicales y periodistas, han sido detenidos desde principios de agosto y encarcelados por haber participado en la protesta.
Además, una decena de periodistas, algunos de los cuales empleados de medios rusos, fueron detenidos el domingo.
“Poco importa a cuántas personas metan en prisión, saldremos aún así porque los líderes es él, ella… todos nosotros”, afirmó a la AFP Alexander Starovoytov, un empresario de 32 años, camino de la manifestación.
La movilización estuvo desencadenada por las sospechas de fraudes durante las elecciones presidenciales del 9 de agosto y cada domingo saca a las calles a decenas de miles de personas.
En respuesta, las autoridades suelen desplegar agentes antidisturbios, vehículos blindados y cañones de agua en la capital, además de limitar el acceso a internet móvil y de reducir los servicios de transporte.
Las principales figuras de la oposición están encarceladas o en el exilio, como la candidata a las presidenciales Svetlana Tijanóvskaya.
Reuters