Un tribunal especial condenó a muerte el jueves en Bangladés a cinco hombres por la violación de una adolescente de 15 años en 2012, en un clima de creciente cólera por la violencia sexual contra las mujeres.
El tribunal especial se había establecido en el distrito septentrional de Tangail para juzgar los casos de violencia sexual contra mujeres y niños.
Según el fiscal Nasim Ahmed, el novio de la adolescente la llevó al río donde la violó con sus amigos. “Los cinco fueron declarados culpables y condenados a muerte”, dijo Ahmed a la AFP.
Se trata de las primeras condenas desde que la violación es posible de la pena capital, a principios de esta semana, por decisión de la primera ministra Sheikh Hasina después de importantes manifestaciones contra la violencia sexual.
La violación colectiva ya se castigaba con la pena de muerte, pero no la violación cometida por un solo autor que, hasta entonces, se castigaba con cadena perpetua.
La semana pasada se intensificaron las protestas indignadas en todo el país tras la difusión de un video viral en las redes sociales que mostraba a varios hombres desnudando y atacando a una mujer.
Sheikh Hasina se enfrentaba a críticas dentro de su propio partido, la Liga Awami, y los manifestantes pedían su dimisión, una demostración inusual de desconfianza hacia el gobierno.
La cólera se agudizó desde septiembre tras la detención de varios miembros del ala estudiantil del partido en el poder, acusados de violar colectivamente a una mujer en la ciudad de Sylhet (norte).
Manifestantes en Daca y otras ciudades reclamaron penas más severas y un juicio más rápido para poner fin a lo que perciben como una cultura de impunidad para los autores de actos de violencia sexual contra las mujeres.
Se estima que sólo 3% de los casos de violación han dado lugar a condenas.
Tras el anuncio de la condena, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó que imponer la pena de muerte a los violadores no es una solución porque no tiene efecto disuasorio.
“Comparto la indignación y me solidarizo con las víctimas y los que piden justicia. Pero no hay pruebas de que la pena de muerte disuada del delito más que otras formas de castigo. Está demostrado que la certeza de la pena, más que su severidad, disuade del crimen”, dijo Bachelet en un comunicado.
Reuters