–“¡Ay, presidente! Estamos en problemas. Estoy compitiendo con otro corredor al que apoya un multimillonario. ¿De dónde saco esa plata? ¿Usted me puede ayudar?”
–“Bueno, Pastor, yo voy a tratar”.
SABRINA FAIJA || EL CLARÍN
Después de ese diálogo con Pastor Maldonado, Hugo Chávez levantó el teléfono, se comunicó con los responsables de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y consiguió el millonario aporte para que el venezolano llegara a la Fórmula 1, con Williams, en 2011.
“Ahora Pastor va a correr con PDVSA Venezuela. Porque es un patriota. Y, ustedes saben, hubo manos interesadas moviéndose para bloquear al muchacho, por más que sea venezolano. Y no porque lo hayan visto con Chávez: porque es un valiente, se pone la tricolor y es revolucionario“, dijo Chávez el 18 de diciembre de 2010, durante la transmisión en directo de un Consejo de Ministros, cuando reveló aquella charla.
Si bien Maldonado era un adolescente cuando se fue a correr a Europa y en 2010 se había consagrado como el campeón de la GP2, la categoría trampolín a la Fórmula 1, sabía que sin el apoyo de su país no podría lograrlo. Y por eso acudió a Chávez, cuyas políticas públicas -como la Ley Orgánica de Deporte, Actividad Física y Educación Física- buscaron darle un impulso al deporte durante su gobierno.
“Le quisiera agradecer por haber apoyado a todos los atletas y a todo Venezuela por tener esta iniciativa de revolución deportiva. Mi motor está a su orden. Vamos contra el mundo a toda revolución. Un día nuestro libertador tuvo un sueño y estoy seguro de que todos nosotros compartimos este sueño: seguir construyendo la patria grande. Que viva el deporte nacional, que viva Venezuela. Patria, socialismo o muerte“, señaló el piloto cuando recibió la Orden Libertador, poco antes de debutar en la F1.
Después de un 2011 de malos resultados, apenas un punto en el GP de Bélgica y siete abandonos en 23 carreras, Maldonado logró retribuir el apoyo chavista con un resultado histórico en la Fórmula 1: el Gran Premio de España 2012, que se convirtió en el último triunfo de un sudamericano en la categoría más importante del mundo y su único podio.
“Agradezco especialmente al presidente Chávez junto a su gran equipo de trabajo por hacer realidad este logro histórico de Venezuela“, escribió el piloto en su cuenta de Twitter. A lo que el presidente venezolano, que ya luchaba contra un cáncer agresivo que había sido detectado en junio de 2011 y que le demandaba tratamientos en Cuba, respondió: “Ganó nuestro Pastor Maldonado, haciendo historia“.
Si bien su victoria del 13 de mayo de 2012 fue celebrada en Venezuela, la oposición la tomó también como parte de su campaña para las elecciones de octubre. Fue entonces cuando el diario Nuevo Herald publicó que el gobierno venezolano destinaba cada año 65 millones de dólares a Williams para el patrocinio de Maldonado.
“Los comentarios también son algo político. Estamos en medio de las elecciones y las personas son libres de decir lo que quieran. Pero el gobierno se está esforzando, no sólo en la Fórmula 1 y en deportes de motor, sino también en otros deportes por el momento, y estamos obteniendo resultados muy importantes“, declaró el piloto desde Barcelona.
La oposición intentó que se investigaran las condiciones del contrato entre la petrolera estatal y la escudería británica. Pero no tuvo éxito. Tampoco en las elecciones, donde finalmente fue reelecto Chávez, quien nunca llegó a jurar para su cuarto mandato consecutivo y murió el 5 de marzo de 2013.
Sin Chávez en el poder pero con Nicolás Maduro, el apoyo de PDVSA se mantuvo incluso cuando el piloto pasó a Lotus, donde corrió en 2014 y en 2015.
“La visión que tuvo el Comandante Chávez y que sigue teniendo el presidente Maduro, aparte de ser socialista en cada uno de los sentidos, también nos ha otorgado algo muy importante a los deportistas, que es el apoyo moral, que no lo teníamos antes“, destacó Maldonado en aquel 2015 que marcaría su despedida de la F1.
En 2016, cuando Renault compró Lotus, la crisis venezolana y la caída en los precios del petróleo generaron una deuda que la empresa estatal no pudo saldar. Pese a la promesa de un año más de contrato con el venezolano, la escudería francesa anunció a Kevin Magnussen como su reemplazante.
Si bien coqueteó con volver, Maldonado se mantuvo dos años alejado del automovilismo hasta que en 2018 compitió en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC). No tardó en aclarar, en una entrevista con el diario francés La Derniere Heure, que ya no tenía “ningún patrocinador ni el apoyo financiero” de su país como antes.
Apenas habían pasado ocho años del día en que compartió su sueño con un país. “Desde niño tuve un sueño, el sueño de llegar a la Fórmula 1, y gracias a esta revolución lo estoy consiguiendo”, había dicho en 2010. Un sueño que Hugo Chávez cumplió y del que la realidad económica venezolana terminó despertándolo.
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