La confirmación por el Senado de Estados Unidos de la candidata del presidente Donald Trump a la Corte Suprema de Justicia parecía consolidarse este jueves tras cuatro días de audiencias en el Comité Judicial que parecen no haber causado cambios de opinión entre la mayoría republicana.
El Comité Judicial de la Cámara alta analizó el testimonio de la nominada Amy Coney Barrett sobre su historial conservador y sus puntos de vista sobre temas candentes como el aborto y la ley de acceso a la salud, que pronto será revisada, mientras republicanos y demócratas exhiben un profundo desacuerdo.
Los senadores demócratas hicieron infructuosos intentos de último minuto para convencer a sus pares republicanos de mantener su postura de hace cuatro años de no votar a un juez cerca de una elección presidencial, alegando que en ese caso perderían la confianza pública.
Pero el presidente del comité, Lindsey Graham, repitió una frase favorita de Trump: “Las elecciones tienen consecuencias”.
Graham indicó que el Comité votará la confirmación de Barrett el 22 de octubre, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que el pleno comenzará el debate al día siguiente, por lo que la votación se espera pocos días después.
De confirmarse su designación, Barrett dará a los conservadores una mayoría de 6-3 sobre los magistrados progresistas en el alto tribunal.
Trump dijo querer un juez que pusiera fin al derecho al aborto y ayudara a acabar con el Obamacare, la ley que extendió el acceso a la salud a millones de estadounidenses que carecían de seguro médico, aprobada durante el gobierno de su antecesor Barack Obama.
La Corte Suprema dará vista a un caso sobre esa norma de salud después de las elecciones del 3 de noviembre.
Barrett, de 48 años, fue nominada para llenar la vacante dejada por la magistrada progresista Ruth Bader Ginsburg, que falleció en septiembre.
Profesora de Derecho de la Universidad de Notre Dame desde hace mucho tiempo y jueza de la Corte de Apelaciones durante los últimos tres años, Barrett es una católica practicante y madre de siete hijos, bien vista por los conservadores.
AFP