El secretario de Defensa mexicano durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), Salvador Cienfuegos, arrestado el jueves en Los Ángeles, supuestamente protegió y ayudó al cártel mexicano H-2 a cambio de sobornos, según recoge un escrito de la Fiscalía Federal del distrito este de Nueva York, en el que solicita al juez prisión incondicional para el acusado.
Según la Fiscalía estadounidense, Cienfuegos garantizó de que no se lanzaran operaciones militares contra este grupo criminal, pero sí ordenó a las Fuerzas Armadas mexicanas que atacaran organizaciones narcotraficantes rivales.
El Fiscal general en funciones del distrito este de la ciudad, Seth Ducharme, sostiene que gracias a las pruebas recogidas, entre las que cita la intercepción de miles de mensajes de teléfonos móviles “Blackberry”, Cienfuegos también puso en contacto a los dirigentes de este cártel con otros” funcionarios corruptos” del Gobierno “deseosos de ayudar a cambio de sobornos”.
Su supuesta colaboración con este narcogrupo, con sede en los estados mexicanos de Nayarit y Sinaloa, también incluyó favorecer su expansión a la ciudad de Mazatlán y el resto del estado de Sinaola o mantener informados a los líderes del cártel sobre las investigaciones abiertas por las autoridades estadounidenses contra miembros del grupo, así como sobre los nombres de sus testigos cooperantes y sus informantes.
En concreto, mencionan el asesinato por error de un miembro de la banda, que no identifican, por creer que mantenía contactos con las autoridades de EE.UU.
“A cambio de sobornos, (Cienfuegos) permitió que el cártel H-2, un cartel que habitualmente se dedicaba a la violencia a gran escala, incluida la tortura y el asesinato, operara con impunidad en México”, sostiene el escrito de la Fiscalía.
Además, otros funcionarios del Gobierno también presentaron ayuda al narcogrupo “asegurándose de que las fuerzas del orden mexicanas arrestaban y torturaban a traficantes de droga rivales, liberaban de prisión a miembros del cártel H-2 y les permitían que llevaran a cabo todo tipo de tráfico de drogas, de armas, así como que actuaran con violencia -incluidos decenas de asesinatos- sin interferencia de las fuerzas del orden”.
En el escrito se asegura al juez que en caso de libertad condicional existe el peligro de fuga y se defiende que los delitos por los que se le acusa suponen un riesgo para la seguridad pública, por lo que se insiste en la necesidad de que sea encarcelado hasta el arranque del juicio.
El exsecretario de Defensa, que fue detenido ayer en el aeropuerto de Los Ángeles mientras viajaba con su familia, será trasladado a Nueva York en las próximas semanas, según la Fiscalía que no ofreció una fecha exacta.
Este escrito se conoce poco después de que la Fiscalía Federal del distrito este de Nueva York acusara oficialmente a Salvador Cienfuegos de tres cargos relacionados con la producción, tráfico y distribución de estupefacientes y de un cuarto vinculado con el blanqueo de capital.
En concreto, el escrito de la Fiscalía, firmado por Richard Donoghue, acusa a Cienfuegos de estar implicado en la producción, tráfico y distribución de 1.000 kilogramos de marihuana, 500 gramos o más de metanfetamina, 5 kilogramos o más de cocaína y 1 kilogramos de heroína entre diciembre de 2015 y febrero de 2017.
Sin embargo, en el texto dirigido al juez para solicitar que no se le conceda la libertad condicional, los fiscales sostienen que “el acusado abusó de su cargo público para ayudar al cártel H-2, una organización mexicana de tráfico de drogas extremádamente violenta, a traficar miles de kilogramos de heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana en Estados Unidos, incluida la ciudad de Nueva York”.
EFE