Armenios y azerbaiyanos se acusaron mutuamente de nuevos ataques el lunes por la mañana, en medio de una tregua humanitaria del conflicto en la región separatista de Nagorno Karabaj que supuestamente entró vigor la víspera.
El lunes por la mañana, el ministerio azerbaiyano de Defensa acusó a las fuerzas separatistas armenias de bombardear el distrito de Agjabedi y por la noche los de Goranboy, Terter y Agdam.
Por su parte, el ministerio de Defensa de Nagorno Karabaj acusó a Azerbaiyán de haber realizado disparos de artillería por la noche “en diferentes sectores del frente” y de continuar sus ataques por la mañana.
“El ejército de Karabaj toma medidas proporcionadas”, aseguró.
La noche fue tranquila en Stepanakert, capital separatista que sufre bombardeos desde el inicio de las hostilidades, según un periodista de la AFP.
En Twitter, el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev acusó a los separatistas de violar “descaradamente” el alto el fuego, y de haber matado a civiles disparando sobre barrios residenciales.
Igualmente reivindicó la conquista de 13 nuevas localidades.
Este intento de organizar un alto el fuego, el segundo desde que se reanudaran las hostilidades el 27 de septiembre, interviene cuando el conflicto entra en su cuarta semana de combates.
El primer alto el fuego, negociado con la mediación de Moscú para implementarla el 10 de octubre, nunca fue respetada.
La segunda tregua anunciada para el domingo, que por ahora tampoco ha sido respetada, intervenía al día siguiente de un bombardeo separatista en la segunda ciudad de Azerbaiyán, Ganyá, que dejó 13 muertos.
Los combates que se iniciaron hace tres semanas dejaron al menos unos 700 muertos. Pero las pérdidas podrían ser mucho más elevadas, pues cada campo asegura haber matado a miles de enemigos.
Nagorno Karabaj, habitado mayoritariamente por armenios cristianos, se separó de Azerbaiyán dando lugar a una guerra que provocó 30.000 muertos en la década de 1990.
AFP