Kevin Mauricio Latorre Valencia nació en 1995 en Buenaventura, Colombia. Tenía 8 años cuando su madre, ama de casa, se vio obligada a escapar junto a él y su hermano mayor de los gritos, el alcoholismo y las humillaciones de su padre. Durante su infancia tuvo que atravesar situaciones difíciles: conoció la falta de necesidades básicas y fue testigo del sacrificio de su madre, que se las arregló como pudo para sustentar el hogar. Para ella, nada era más importante que la educación de sus hijos, y por eso les prohibió trabajar hasta que terminaran la escuela. A pesar de eso, Kevin siempre decidió ayudar: durante su adolescencia vendió rifas, preparó postres e incluso le realizó las tareas a sus compañeros para colaborar con su familia.
Al terminar el bachillerato, Kevin pudo ingresar a la universidad: eligió la Licenciatura en Arte Dramático, una carrera que lo enamoraría de por vida y de la que se recibió en este 2020. En el año 2017, con el deseo de poner en práctica lo que estaba estudiando, decidió abrir un canal de comedia en las diferentes plataformas y redes sociales. De su personalidad siempre se destacó su energía, por eso a la hora de elegir un nombre artístico decidió que “Kevin Voltro” sería su apodo ideal. En sus videos se basa en juegos de la infancia y anécdotas tanto propias como de sus seguidores, con la intención de recordar momentos de la niñez y juventud de manera divertida. Además, a través de los contenidos busca mostrar su tierra natal, Buenaventura, con el fin de cambiar la percepción y el estigma que se ha originado a causa de la violencia y pobreza que durante años azotó la ciudad. Gracias a sus videos, todos protagonizados por actores locales, los espectadores pueden conocer las tradiciones, gustos, estilo al hablar y expresarse y la alegría que caracteriza a los bonaverenses. En sus historias se destacan tres personajes principales: Kevin Voltro, el típico niño adolescente travieso que se mete en problemas junto con sus amigos; Lucrecia, una madre soltera que representa las vivencias y el día a día de la crianza de su hijo; y Puty Fly, un personaje abierto con el que busca resaltar la igualdad de género. A tres años de la creación de sus perfiles, ya cuenta con más de 3 millones de seguidores en Facebook, más de 500 mil en Instagram y más de 1 millón de suscriptores en YouTube, donde además obtuvo el reconocimiento de la placa de plata y oro.
A raíz de su pasado, Kevin cree que es muy importante aprovechar su alcance para apoyar causas benéficas, por eso ayuda a la población vulnerable en Buenaventura, dona a fundaciones animalistas y disfruta de dar charlas y alentar a los jóvenes a no abandonar sus sueños. Su éxito no hubiese sido posible sin disciplina, dedicación, perseverancia, y pasión, además de su voluntad, aunque es consciente de que aún le queda un largo camino por recorrer y este es solo el inicio. A pesar de la violencia y la pobreza en la que se crió, Kevin nunca se desvió de su objetivo principal: alcanzar sus metas para hacer sentir orgullosa a su madre, a quien está por cumplirle el sueño de construirle una casa propia. Su mayor deseo es continuar haciendo lo que le gusta, y que su historia motive a otros a sacar la mejor versión de sí.
NP