Un grupo de rusos llegó a territorio de la Gran Sabana, en el estado Bolívar, cerca a la frontera con Brasil el 9 de octubre 2020, días después de que Brasil desplegara, entre el 4 y el 23 de septiembre, la Operación Amazonas, que incluyó el lanzamiento de cohetes con alcance de hasta 80 kilómetros, a través de los nuevos lanzacohetes múltiples Astros Mk6, de fabricación local.
Por Sebastiana Barráez / infobae.com
Habitantes de Maura, detrás del aeropuerto de Santa Elena de Uairén, capital del municipio Gran Sabana, dijeron a Infobae que escucharon las explosiones que causó lo que sería el arma disuasiva más poderosa que el gigante sudamericano probó en la zona fronteriza. La actividad, que involucró a las ciudades Manacapuru, Moura y Novo Airao en Amazonas, habría tenido un costo superior al millón de dólares y la participación de más de 3.500 hombres, según informó entonces el diario O Globo. Para ello Brasil empleó vehículos militares, aeronaves, balsas, piezas de artillería, sistema de lanzamiento de cohetes Astros, cañones, ametralladoras, obuses y morteros 60, 81 y 120 mm.
Militares venezolanos han asegurado en la población venezolana que los brasileros violaron el territorio venezolano y con ello la soberanía. Lo que sí sabe, por lo que dijeron autoridades del vecino país, es que “se utilizaron diversos medios militares, como vehículos, aviones, helicópteros, embarcaciones regionales, piezas de artillería, el sistema de lanzamiento de cohetes Astros de la artillería del Ejército, cañones, ametralladoras, morteros y camiones”.
Los rusos llegaron a Santa Elena vistiendo uniforme del ejército venezolano. Los grupos de militares rusos y venezolanos se han dedicado desde que llegaron al estado Bolívar a hacer ejercicios militares. “Se la pasan disparando a los cerros, bueno eso es lo que yo he visto”, dice un habitante de Maura.
“A pasear por el pueblo son muy misteriosos, pero aquí todos saben quienes son, desde el día que llegaron al aeropuerto. Claro, eso ha mucho miedo, porque uno no sabe en qué momento pueda pasar algo”.
Narra que “también llegó una comisión con funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), pero permanece muy oculta. Parece que de verdad creen que habrá una invasión militar por esta frontera”.
Los están esperando
La operación militar brasileña, que activó la movilización de militares rusos a la frontera, recreó un escenario de guerra entre dos países imaginarios, uno que invade y otro que expulsa a quienes los invaden.
Militares que participaron en la operación organizada por Brasil lo hicieron en la frontera terrestre con Venezuela y en la triple frontera Brasil, Perú y Colombia.
Los militares extranjeros se instalaron en la 5102 Escuadrón de Caballería Motorizado, conocido como Fuerte Escamoto, que está en la vía hacia el aeropuerto. Ninguna autoridad local tiene información de qué están haciendo en ese lugar.
El sábado 17 de octubre habitantes de la Gran Sabana vieron al grupo de militares, que identifican entre rusos y venezolanos, haciendo ejercicios militares.
Oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana le han asegurado a sus subalternos que, la visita del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, al estado de Roraima, tuvo como objetivo principal derrocar a Nicolás Maduro y que por ello se han tomado medidas de protección al territorio, lo que justifica la presencia de los militares rusos.
Tensas relaciones
Las relaciones diplomáticas entre Brasil y Venezuela no son precisamente cordiales. Tampoco es la primera vez que hay tensión entre ambos países.
El primer teniente José Ángel Rodríguez Araña, quien participó en la Operación Aurora, del 22 de diciembre 2019, que consistió en el asalto a una unidad militar en el estado Bolívar, del cual se llevaron casi un centenar de armas, le dice a Infobae que, en la huida, el grupo de militares que lo acompañaron pasa a territorio de Brasil. “Nos persiguieron, en motos y helicópteros, mientras atravesábamos varias comunidades indígenas venezolanas, desde el 22 hasta el 25 de diciembre, hasta que llegamos a una pequeña comunidad indígena Matogrosso, como a dos horas de la frontera de Santa Elena de Uairén. Hasta ahí nos persiguieron”, contó.
“Nos vimos obligados a utilizar el teléfono, con línea Movilnet, para que nos fueran a rescatar y por eso nos ubicaron, entre el ojito que divide a Brasil de Venezuela. Mandaron comisiones con francotiradores y fuerzas especiales, montando alcabalas por toda la línea fronteriza. Eso fue el primer día”.
“El segundo día pasaron para territorio de Brasil a buscarnos; nosotros estábamos escondidos en una montaña viéndolos. Se pasaron como dos kilómetros y en toda la ruta montaron vigías, alcabalas. A los indígenas de Matogrosso los paraban, los devolvían, les hacían preguntas sobre nosotros, pero esa comunidad no sabía nada porque nosotros estábamos escondidos en la montaña”.
Explica que hacían dos llamadas por día para coordinar el rescate, pero que se movían de lugar para no ser ubicados. “El día anterior al rescate tuvimos que llamar varias veces y fue cuando llegó el helicóptero del gobernador del estado Bolívar con personal venezolano; hicieron como cinco viajes con francotiradores y fuerzas especiales”.
Al percatarse que era demasiado funcionario lo que había llegado, relata Araña Rodríguez, decidieron cambiar de estrategia y se dirigieron a la comunidad Matogrosso. “Les explicamos al capitán indígena lo que estaba pasando y ellos nos entendieron. Nos dieron comida. En ese momento uno de los indígenas nos avisó que el Ejército venezolano se acercaba al lugar. Los indígenas nos escondieron en una choza”.
“El ejército venezolano llegó y secuestró al capitán de esa comunidad de Brasil, amenazaron con cerrar la frontera de Venezuela con Brasil por ese extremo. A esa comunidad le queda más cerca y accesible ir en moto a comprar productos a Venezuela que dar la vuelta para Paracaima”.
“El capitán acepta entregarnos. El segundo capitán nos advierte en que debemos irnos porque el capitán viene con el ejército venezolano a entregarnos. Cuando estamos partiendo para adentrarnos a la montaña otra vez, aparecen dos helicópteros brasileños, nos rescata y le hace un barrido al ejército venezolano. Nos llevaron a Boa Vista”, finaliza diciendo el primer teniente Rodríguez Araña.
De ese incidente hubo algunos cruces de declaraciones, pero Venezuela siempre negó que eso hubiese ocurrido.
Ahora militares rusos y venezolanos están en ejercicios militares en la frontera en espera de cualquier agresión proveniente de Brasil.