Los fondos para combatir el VIH entre los hombres homosexuales y bisexuales y las mujeres transgénero son una fracción de lo que deberían ser, dijeron el martes investigadores, mientras que activistas culparon a la estigmatización por las deficiencias.
Los hombres gay y bisexuales representan cerca de uno de cada cinco nuevas infecciones de VIH, pero se les asignó sólo un 1% de los 57.000 millones de dólares de fondos entregados por donantes globales para tratar el virus y combatir su propagación entre 2016 y 2018, según la organización de caridad holandesa Aidsfonds.
Si bien las personas trans representaron cerca de un 1% de las nuevas infecciones globales de VIH en el 2018, los programas destinados a ellas recibieron apenas un 0,06% del total disponible, que en su mayoría fue asignado a la población general de 135 países de bajos y medianos ingresos.
La lucha contra el VIH/sida podría ver desaparecer los avances logrados durante una década debido a la pandemia de COVID-19, que ha interrumpido servicios de tratamiento y exámenes, dijo Naciones Unidas previamente este año.
Activistas que defienden los derechos de las personas que viven con VIH dijeron que los programas de salud deben enfocarse mejor en los grupos de alto riesgo, incluidos trabajadoras y trabajadores sexuales, sus clientes y las personas que se inyectan drogas.
“Debido a la estigmatización y la discriminación, debido a las actitudes sociales que son despectivas (…) todas estas cosas influyen en la forma en que los socios para el desarrollo destinan los recursos”, dijo Brian Macharia de la Coalición de Gays y Lesbianas de Kenia (GLACK, por su sigla en inglés).
“Estamos viendo una proporción de fondos que no cubren la atención integral de estas comunidades”, dijo Macharia, quien ayuda en la gestión de programas para kenianos LGBT+, incluida la prevención y el tratamiento del VIH.
En el mundo, cerca de 38 millones de personas viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida, según ONUSIDA, el programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida, un millón más que en 2018.
Muchas personas LGBT+ no están dispuestas a acceder a los servicios para el VIH diseñados para la población general porque a menudo enfrentan discriminación, dijo Mirjam Krijnen, quien dirige los programas internacionales de Aidsfonds.
“Se necesitan servicios específicos y espacios seguros para que esos grupos accedan realmente a esos servicios”, dijo. “De lo contrario, existe un riesgo real (…) estos grupos en realidad no están accediendo a la atención que necesitan”.
La brecha de financiamiento para hombres homosexuales y bisexuales fue mayor en América Latina, donde representaron el 40% de las nuevas infecciones de VIH en 2018, pero recibieron solo el 0,5% del financiamiento total entre 2016 y 2018.
Reuters