A once días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, las autoridades gubernamentales ya han informado de distintos intentos de interferencia por parte de terceros paíes. Uno de ellos fue Irán, que, luego de obtener información sobre miles de votantes demócratas, les envió una serie de mensajes amenazadores haciéndose pasar por el grupo de supremacistas blancos “proud boys” (chicos orgullosos, en inglés).
Por Soledad Cedro | Infobae
En los últimos días, estos electores recibieron correos electrónicos desde el remitente info@proudboys.com, con el siguiente texto: “Estamos en posesión de toda su información (correo electrónico, dirección, número de teléfono… todo). Actualmente usted está registrado como demócrata y lo sabemos porque tenemos acceso a toda la infraestructura de votación. Usted votará por Trump el día de la elección o, por el contrario, vendremos a buscarlo. Cambie su afiliación partidaria a republicano para dejarnos saber que recibió este mensaje y que está dispuesto a colaborar. Sabremos por quién votó. Si fuera usted, tomaría este mensaje muy en serio”.
La organización de extrema derecha de inmediato realizó un anuncio público negando tener que ver con estos correos electrónicos.
El gobierno de los Estados Unidos determinó en una investigación que los mensajes forman parte de acciones específicas realizadas por Irán y Rusia para influir en la opinión pública en este ciclo electoral del 2020.
“Hemos confirmado que Irán y Rusia, de manera separada, obtuvieron información de votantes registrados. Estos datos pueden ser usados por actores extranjeros para intentar comunicar información falsa a votantes registrados con el objetivo de causar confusión, generar caos y disminuir la confianza de los estadounidenses en la democracia”, afirmó en conferencia de prensa Daniel Ratcliffe, Director de Inteligencia Nacional.
“Irán ha enviado correos electrónicos falsificados a votantes registrados y ha distribuido videos insinuando que ciudadanos extranjeros pueden votar en el exterior con boletas fraudulentas. Los correos fueron diseñados para generar descontento social y dañar la imagen del Presidente Trump”, agregaba Ratcliffe.
Los correos le llegaron a votantes de condados a lo largo y ancho de la península de Florida. Los condados de Alachua, Collier, Brevard, Escambia y Citrus fueron los primeros en reportarlo al FBI. También hubo reportes similares de votantes en otros estados como Alaska, Arizona y Pennsylvania.
Al parecer en muchos de estos correos electrónicos había faltas de ortografía o errores de tipeo, que fue lo primero que hizo dudar a muchos de los que los recibieron. La otra alerta acerca de la falsedad de estos correos es que piden un cambio en la afiliación política cuando ese trámite en Florida sólo podía realizarse hasta el 6 de octubre.
La prensa local reportó que especialistas forenses digitales independientes lograron vincular algunos de estos correos con un servidor en Estonia, pero la locación del servidor no indica dónde se encuentra quien los está enviando. En otros puntos del país, los correos fueron vinculados a servidores en Arabia Saudita.
Las autoridades federales indicaron que la operación no fue tecnológicamente sofisticada. En la Florida, las autoridades electorales confirmaron que no hubo un hackeo en su sistema de base de datos. Por su parte, Irán negó estar involucrado en la acción.
“A diferencia de los Estados Unidos, Irán no interfiere en elecciones de otros países. El mundo ha sido testigo de cómo los Estados Unidos está haciendo intentos desesperados por cuestionar el resultado de sus propias elecciones al más alto nivel”, decía en un comunicado escrito Alireza Miryousefi, vocera de la misión iraní ante Naciones Unidas.