Deborah Borda, de 71 años, está acostumbrada a hacer historia.
Se convirtió en la primera mujer en dirigir una importante orquesta estadounidense cuando fue nombrada directora ejecutiva de la Filarmónica de Nueva York en 1991. En su currículum figuran los principales puestos en la Filarmónica de Los Ángeles, la Orquesta Saint Paul Chamber y la Sinfónica de Detroit.
Borda, exviolinista profesional, considera estos meses de pandemia como la “crisis más grande” que la Filarmónica de Nueva York haya enfrentado en sus 178 años de historia. La orquesta canceló su temporada 2020/2021, anticipando una pérdida de 20 millones de dólares en ingresos por entradas.
Después del último concierto de la orquesta el 10 de marzo, pensó que la música se detendría durante unas semanas.
“Ocho meses después, aquí estamos”, dijo en entrevista con Reuters Borda, quien fue nombrada presidenta y presidenta ejecutiva de la Filarmónica de Nueva York en 2017.
“Mi vida ha cambiado por completo. A veces, solo veía mi hogar cuando era hora de dormir. Pero ahora estoy trabajando en casa, manteniendo a nuestro equipo unido a través de constantes reuniones de Zoom, trabajando el doble de duro para comunicarme. Es interminable”, contó.
Sin embargo, Borda mantiene el optimismo.
“Siempre digo que ‘sobrevivimos a la Guerra Civil, dos Guerras Mundiales y la epidemia de la gripe española, así que volveremos (…) Intenten creer que habrá un futuro porque va a haber un futuro”, recomendó.
Reuters