La vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca y Oxford sigue con precisión las instrucciones genéticas programadas en ella por sus desarrolladores para provocar con éxito una fuerte respuesta inmunológica, afirmaron científicos independientes del Reino Unido tras un detallado análisis.
“La vacuna está haciendo todo lo que esperábamos y eso solo puede ser una buena noticia en nuestra lucha contra la enfermedad”, dijo David Matthews, un experto en virología de la Universidad de Bristol, que dirigió la investigación.
AstraZeneca, que está desarrollando la vacuna con investigadores de la Universidad de Oxford, es considerada como una empresa líder en la carrera para producir una vacuna que proteja contra el COVID-19. Se espera que se publiquen antes de fin de año los primeros datos de los ensayos clínicos a gran escala en fase avanzada que se están llevando a cabo en varios países del mundo, incluidos el Brasil, los Estados Unidos y Gran Bretaña.
Es más, The Sunday Times reveló el domingo que el sistema público de salud británico se prepara para comenzar a administrar la vacuna contra el coronavirus “poco después de Navidad”. El periódico asegura que el viceconsejero médico del Gobierno británico, Jonathan Van-Tam, ha expresado en privado que los ensayos clínicos llevados a cabo hasta la fecha indican que la vacuna de Oxford puede “recortar las infecciones y salvar vidas”.
La vacuna, conocida como ChAdOx1 o AZD1222, se fabrica tomando de chimpancés un virus del resfriado común, llamado adenovirus, y borrando alrededor del 20% de las instrucciones del virus. Esto significa que es imposible que se replique o cause enfermedad en los humanos.
El objetivo de los investigadores de Bristol era evaluar la frecuencia y la precisión con que la vacuna se copia y utiliza las instrucciones genéticas programadas en ella por sus diseñadores. Estas instrucciones detallan cómo hacer la proteína del coronavirus SARS-CoV-2 que causa el COVID-19. Una vez que se forma la proteína, el sistema inmunológico reacciona ante ella, lo que entrena la respuesta inmune para identificar una infección real de COVID-19.
“Este es un estudio importante, ya que podemos confirmar que las instrucciones genéticas que sustentan esta vacuna se siguen correctamente cuando entran en una célula humana”, dijo Matthews en una declaración sobre el trabajo. La investigación de su equipo no fue revisada por otros científicos, sino que se publicó como un preprint antes de la revisión.
Van-Tam comunicó a algunos diputados la pasada semana que el avance de la fase tres de los ensayos de la vacuna fabricada por AstraZeneca indica que “una administración masiva está en el horizonte tan pronto como en diciembre”, afirma el Times. Miles de empleados del sistema público van a recibir formación para inocular vacunas antes de final de año, agregó el periódico, después de que el Gobierno ha cambiado la ley para ampliar la cantidad de profesionales sanitarios que pueden llevar a cabo esa labor.
Farmacéuticos, dentistas, comadronas y paramédicos podrán inocular vacunas a partir de ahora en el Reino Unido. “Estos cambios legales nos ayudarán a asegurarnos de que estamos preparados para desplegar una vacuna para la covid-19 segura y efectiva tan pronto como haya superado los ensayos clínicos y controles rigurosos por parte de los reguladores”, afirmó al periódico el ministro de Sanidad, Matt Hancock. Durante los primeros meses del programa de vacunación, las dosis se inocularán a personas mayores y vulnerables, y “la mayoría de las personas no recibirá la vacuna”, indicó el diario.