Las regiones españolas están urgiendo al Gobierno central a adoptar medidas que les den el respaldo legal para imponer toques de queda en sus territorios, cuando el país se enfrenta al resurgimiento de la pandemia de coronavirus.
Hasta el sábado, 10 de las 17 regiones de España incluidas Valencia, Asturias, Castilla-La Mancha y el País Vasco habían pedido al Gobierno que decrete el estado de alarma, lo que permitiría a las regiones limitar el movimiento de personas.
Las comunidades autónomas esperan que el Gobierno convoque un Consejo de Ministros extraordinario el domingo para aprobar la medida, según informaron varios medios de comunicación españoles incluido El País.
“Diría con casi total certeza que se celebrará (un consejo extraordinario). Pero aún no ha sido convocado oficialmente”, dijo a Reuters una fuente del Gobierno.
Entre tanto, la comunidad de Valencia anunció su propio toque de queda que entrará en vigor a partir de la noche del sábado y durará hasta el 9 de diciembre.
El presidente valenciano, Ximo Puig, dijo que el toque de queda, que durará de la medianoche a las 6 de la mañana, encajará en el marco de la ley de medidas procesales y organizativas para hacer frente a la COVID-19 promulgada el 18 de septiembre, en la cual sostiene que se entiende “de forma implícita” que se pueden adoptar tales medidas sin necesidad de la declaración de un estado de alarma.
Mientras que muchas regiones están a favor de alguna forma de toque de queda, la Comunidad de Madrid se opone a ello, lo que ha impedido hasta ahora la adopción de una decisión a nivel nacional.
España ha registrado el mayor número de infecciones por COVID-19 en Europa occidental. El total de casos aumentó a 1.046.132 el viernes, mientras que el número de muertes se situó en 34.752, según datos del Ministerio de Sanidad.
Cataluña anunció el viernes por la noche que impondrá el toque de queda en toda la región, incluida la capital Barcelona, tan pronto como el Gobierno central decrete el estado de alarma.
El vicepresidente del gobierno autonómico catalán, Pere Aragonés, subrayó en una conferencia de prensa la urgencia de un “estado de alarma descentralizado” en el que el ejecutivo catalán mantenga toda la capacidad de gestión.
“La evolución es preocupante: o multiplicamos esfuerzos o la COVID-19 se multiplica”, dijo.
Algunas comunidades autónomas están considerando la posibilidad de imponer toques de queda por medios alternativos tales como pasar por los tribunales regionales si el Gobierno central no actúa.
“No podemos esperar más, tenemos que dar un paso adelante”, dijo el presidente de Murcia, Fernando López Miras, en la cadena española TVE el sábado. “Si el gobierno central no lo hace, desde las comunidades autónomas daremos ese paso adelante (aprobar el toque de queda)”.
El Gobierno del presidente Pedro Sánchez probablemente vaya a contar con los votos suficientes para aprobar la medida en el Congreso de los Diputados, ya que sumaría los votos del Partido Nacionalista Vasco y de otros partidos regionales que apoyan la medida.
Reuters