Brasil se convirtió en el tercer mayor proveedor de petróleo crudo de China en septiembre, según mostraron los datos de importación de China el domingo.
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Las importaciones chinas desde Brasil alcanzaron los 4,49 millones de toneladas, frente a los 2,96 millones de toneladas del año anterior, mostraron los datos de la Administración General de Aduanas de China. Brasil superó a Irak, que cayó al quinto puesto como proveedor.
Esto se traduce en una tasa de compra diaria promedio de cerca de 1,1 millones de barriles, con base en un factor de conversión de 7,33 barriles por tonelada. Esto se compara con 2,96 millones de toneladas, o 723.000 bpd, un año antes.
El total de las exportaciones de petróleo brasileño a China de enero a septiembre fue de 33,69 millones de toneladas, lo que equivale a unos 915.000 bpd. Este fue un aumento del 15,6 por ciento en el año, dijo Reuters, basado en sus propios cálculos.
China representa el 70% de las exportaciones de petróleo de Brasil, dijo en julio la petrolera estatal del país, Petrobras.
Arabia Saudita recuperó el primer lugar en las compras de petróleo de China el mes pasado después de perder ese rango frente a Rusia durante los dos meses anteriores, según mostraron los datos.
Las importaciones del reino saudí fueron de 7,78 millones de toneladas, equivalentes a 1,89 millones de barriles por día (bpd), frente a los 1,24 millones de bpd de agosto.
Rusia suministró 7,48 millones de toneladas el mes pasado, o 1,82 millones de bpd, un 18,6% más que el año anterior y un 32,8% más que en agosto, según cálculos de Reuters.
Durante los primeros nueve meses de 2020, Rusia siguió siendo el principal vendedor con suministros por un total de 64,62 millones de toneladas, un 16% por encima del nivel del año anterior. Arabia Saudita se quedó atrás con 63,57 millones de toneladas, que fue un 6,5% más alto en el año.
Los envíos estadounidenses se dispararon a 3,9 millones de toneladas en septiembre, frente a las 517.982 toneladas del año anterior.
China adquirió un 13% más de crudo en los primeros nueve meses que el año anterior, ya que las refinerías aumentaron la producción para satisfacer la rápida recuperación de la demanda de la pandemia y abastecerse a precios bajos récord de petróleo barato.