El estacionamiento de la Torre Alférez, en Alta Vista, pasó de ser el espacio donde guayaneses vendían ropa, juguetes y equipos usados, a ser el lugar donde los ciudadanos hacen colas con más de dos días de anticipación para lograr abastecerse de combustible. Allí más de 300 carros se concentran a diario, para este lunes eran al menos 100 vehículos de placas 7 y 8 en seis hileras.
Por José Rivas | Correo de Caroní
“Esto lo que hace es enfermar a uno”, expresó Luis González, en la cola de gasolina de la estación de servicio Caura, de Alta Vista. Recostado de una camioneta azul hablaba con otros dos conductores que esperaban certificar su número, para surtir este miércoles, pero no fue así.
Quienes administraban el listado les dijeron que llegaran temprano el día lunes para depurar la lista y empezar a hacer la cola este miércoles, González estaba desde la 1:00 de la madrugada. Sin embargo, el sábado otros conductores hicieron una segunda lista y la Policía Nacional suspendió el uso de estas para poder organizarse. Quien llegue primero el miércoles será quien podrá llenar su tanque con gasolina.
González, de 73 años, jubilado de Edelca (actual Corpoelec) y paciente con diabetes, manifestó: “Con esta situación me quieren matar más rápido”. Desde que se anotó por primera vez, el jueves regresó dos veces para cuidar el cupo, lo que igualmente no evitó la pérdida del puesto y un gasto adicional de combustible.
Luego de la decisión, los conductores que permanecían sentados en las aceras del estacionamiento empezaron a marcharse para volver el miércoles en la madrugada. Algunos se quejaban de la pérdida de puestos y otros de no poder hacer una lista desde una semana de anticipación al tener que trabajar.
Pese a que funcionarios anunciaron que no tomarían en cuenta las listas, había conductores de placas 3 y 4 organizándose para hacer una lista a partir del jueves, y tratar de abastecerse el martes 2 de noviembre, dentro de 11 días.
Francisco Pérez, conductor con placa 2, quien llegó al estacionamiento esperando ser anotado en lista para el domingo, expresó que el listado que llevaban los ciudadanos era una garantía de que se abastecieran 400 o 500 carros. “Va a ser más conflictivo, la gente se va a meter a lo macho”, comentó sobre la nueva medida.
La estación de servicio Caura es una de las estaciones con mayor demanda al ser subsidiada, esto termina generando mayor estrés y peligro para quienes tienen condiciones delicadas de salud.
“Una falta de humanidad”, así describió Victoria Boada el trato de funcionarios de la Policía Nacional el 22 de octubre cuando intentó llenar de gasolina su vehículo.
A pesar de estar en cola desde el domingo 18 de octubre, fue imposible que la atendieran por tener el carro afiliado en el sistema patria con la huella de su padre. Aunque pidió alternativas para lograr llenar el tanque, no le permitieron a menos que pagara los 20 litros de combustible en 5 millones de bolívares, dinero con el que no contaba.
Boada sufrió un accidente cerebrovascular ocho meses atrás, esta vez, debido a su condición y la discusión que tenía con funcionarios de seguridad se paralizó parte de uno de sus brazos, presentó problemas respiratorios y vómito.
Resaltó que, aunque había más de 800 personas en cola, no abastecieron más de 500. La conductora denunció que los funcionarios en esa estación dejaron por fuera a camiones de carga con la excusa de que no estaban atendiendo a ese tipo de vehículos. “Sacaban de la lista para meter a otras personas”, agregó.
Este lunes, conductores de placas 5 y 6 abarcaban desde la avenida Paseo Caroní hasta la entrada del Colegio Loyola Gumilla, para surtir en la gasolinera Caura, más de 3,5 kilómetros en vehículos estacionados. Los ciudadanos llevaron sillas para sentarse en los pocos espacios de sombra dentro de la urbanización Los Saltos.
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