El mundo amaneció hoy “esperanzado” por el anuncio dramático hecho por Nicolás Maduro del descubrimiento de una “molécula” derivada del ácido ursólico que – según él – cura el coronavirus.
Dijo en El Nacional de ayer, octubre 25, que: “este año empezó a probarse para el covid-19 y, luego de seis meses, los científicos concluyeron que anula al virus. Lo hace sin ningún tipo de toxicidad. Venezuela ha conseguido una medicina que anula 100% el coronavirus”.
La información añade: “El líder del chavismo aseguró que la DR-10 será enviada a la OMS para que sea aprobada y luego “producirla de manera masiva”…. El líder del oficialismo explicó que el proyecto fue iniciativa de Rafael Lacava, gobernador de Carabobo, quien hace 10 años le presentó a las autoridades los científicos que tenían la molécula, llamada DR-10 y encontrada en Puerto Cabello. Lacava afirmó que la molécula, que derivaría del ácido ursólico, es “potentísima” para combatir el virus: “Tal vez no exista en el mundo (…) Dará grandes aportes (…) Ahora hay que mandarla a la OMS una vez sea certificada”.
Maduro dijo que la molécula fue ¿“descubierta” ?, ¿“ubicada”? por Lacava hace unos diez años, en Puerto Cabello, aunque no especificó si en las playas o en el centro de la ciudad.
Queriendo saber más de este extraordinario hallazgo que pondría a Venezuela en la cúspide del mundo científico mundial y daría a Maduro, sin duda, el premio Nobel de la Paz y a Lacava el premio Nobel de Medicina, entré a Internet en búsqueda de mayor información sobre el ácido ursólico.
La literatura es muy especializada. Entre otras, de difícil lectura, para un geólogo encontré esta: https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/07391102.2020.1772112
Research Article: Identification of phytochemical inhibitors against main protease of COVID-19 using molecular modeling approaches, Anuj Kumar,Gourav Choudhir,Sanjeev Kumar Shukla,Mansi Sharma,Pankaj Tyagi,Arvind Bhushan Madhu Rathore , April 2020
Estos autores son científicos hindúes, trabajando en la India y en este artículo de abril de este año hacen referencia a trabajos anteriores sobre el tema. Llegan a las siguientes conclusiones:
Conclusions
The Mpro protein has shown to be crucial and highly potent target for the inhibition of novel COVID-19. This study concludes three natural compounds (ursolic acid, carvacrol and oleanolic acid) as potential inhibitors against Mpro. Molecular docking analysis revealed that Carvacrol molecule having less binding energy as compared to other two molecules, oleanolic acid and ursolic acid. The binding mode of interaction was found to be reasonably good. MD simulations revealed that all three docking complexes showed stability at 50?ns. These inhibitors also fulfil the ADME parameters as well as Lipinski’s rule of five. All these reported compounds are natural and also commercially available for further in vivo/in vitro validations. The information generated from this present study may be utilized in future for the development of more phytochemical based therapeutics against COVID-19”.
Dicen (a), que tres compuestos, ácido ursólico, carvacrol y ácido oleanóico podrían ser inhibidores en potencia de la proteína que parece estar asociada con el COVID 19; (b), que estos compuestos naturales se encuentran en abundancia en la naturaleza y a nivel comercial, a fin de poder ser evaluados como potenciales inhibidores del COVID 19.
De esta lectura deduzco que lo que menciona Maduro no es algo exclusivo del IVIC o de Lacava, que el compuesto mencionado es abundante en todas partes del mundo (se menciona que existe en el orégano) y que es uno de varios potenciales inhibidores de la acción del virus cuya eficacia está siendo evaluada por científicos en varias partes del mundo. Los trabajos en este sentido comenzaron hace cierto tiempo y no solamente en IVIC sino en laboratorios de países como la India y representan una posible vía de ataque contra el virus, así como hay muchas otras.
Con esto solo deseo poner en perspectiva las declaraciones del fitoterapeuta aficionado, Nicolás Maduro, las cuales parecen absolutamente desproporcionadas a la realidad.
Ya estamos acostumbrados a esto.