Nicolás Maduro y toda la cúpula del Palacio de Miraflores montó su versión sobre el siniestro registrado en la refinería de Amuay el martes 27 de octubre, un evento que fue explicado por el chavismo a través de la frágil tesis de un “ataque terrorista”. Sin embargo, poco a poco salen a relucir las evidencias que trastocan el presunto hecho.
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Maduro afirmó que la refinería fue atacada con “una poderosa arma larga”, pero se abstuvo de ofrecer más pormenores. Trabajadores de la refinería consultados por Argus desmintieron que la explosión de una de las destiladoras se debiera a un ataque.
Al parecer, el problema se presentó concretamente en las unidades de destilación CD-4 y CD-1, las cuales se colocaron en modo de recirculación “para evitar prolongados protocolos de reinicio seguro” ante las fallas en el suministro de agua.
Por su parte, el ingeniero Armand Delon reveló en Twitter una fotografía que demostró el estado actual de la estructura.
Una de las torres de destilación posee un gran agujero que, a juzgar por los daños en las placas y tuberías, resulta evidente que se trató de un estallido generado desde su interior.
Asi quedò la torre de destilación al vacío en Amuay, #Venezuela
Placas y tubos rotos por presión interna
Desesperados por producir VGO explotaron la torre
Todo comenzó cuando Chavez trajo agentes de Cuba para vigilar y controlar PDVSA
Destruyeron las refinerías#28Oct pic.twitter.com/ms4bLS2R2j
— Armand Delon ? (@DelonArmand) October 29, 2020