Stephen Miller, uno de los principales asesores de la Casa Blanca, ha desarrollado planes para acelerar la restrictiva agenda de inmigración del presidente, Donald Trump, si gana la reelección, en marcado contraste con las propuestas del candidato demócrata, Joe Biden.
En una entrevista telefónica de 30 minutos con NBC News, cadena hermana de Telemundo, Miller describió cuatro prioridades principales: limitar las concesiones de asilo, castigar y prohibir las llamadas ciudades santuario, expandir la llamada prohibición de viajar con una evaluación más estricta para los solicitantes de visa, y poner nuevos límites a las visas de trabajo.
Su objetivo es “elevar y mejorar el estándar de entrada” al país
Algunos de sus planes requerirían nueva legislación, es decir, el apoyo de la Cámara de Representantes y el Senado, cuyo control también está en juego en estas elecciones. Otros podrían sacarlos adelante a través de órdenes ejecutivas, que Trump ya ha utilizado en numerosas ocasiones en ausencia de un proyecto de ley de inmigración.
“En muchos casos, solucionar estos problemas y restaurar una apariencia de cordura en nuestros programas de inmigración implica una reforma regulatoria”, explicó Miller, “el Congreso ha delegado mucha autoridad […] y eso subraya la profundidad de la elección que enfrenta el pueblo estadounidense”.
Miller, que desempeña un doble papel como asesor en la Casa Blanca y en la campaña de reelección de Trump, enfatizó que hablaba de las prioridades del segundo mandato solo en calidad de asesor electoral.
La inmigración se ha visto ensombrecida por el aumento de contagios de coronavirus y una economía destrozada a causa de la pandemia, pero fue fundamental para el ascenso de Trump al poder en el Partido Republicano.
Y Miller ha sido músculo y cerebro de las controvertidas políticas de la Administración para tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal y para los inmigrantes que aspiran a legalizar su situación.
Miller ha encabezado una política de inmigración que los críticos describen como cruel, racista y antitética respecto a los valores estadounidenses como nación de inmigrantes. Pero él se burla de esas afirmaciones e insiste en que su única prioridad es proteger la seguridad y los salarios de los estadounidenses.
Y dijo que tiene la intención de quedarse para observar cómo se desarrolla la agenda en un segundo mandato si Trump es reelegido.
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