El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, afirmó este lunes que su país va a reforzar el control de las fronteras y expulsará a extranjeros sospechosos de integrismo islámico, después de la serie de atentados terroristas que ha sufrido el país.
Darmanin explicó, que en el último mes 16 sospechosos de radicalización islámica han sido expulsados y ha pedido a los prefectos, que sean internados otros extranjeros en situación irregular, que ascienden a «un centenar».
Detalló que finales de esta semana viajará a Túnez y a Argelia para trabajar con sus homólogos en una mayor coordinación antiterrorista y para que esos países acepten la expulsión de sus nacionales sospechosos de radicalización islámica en Francia.
Esos desplazamientos se han concertado tras las conversaciones telefónicas del presidente francés, Emmanuel Macron, con las más altas autoridades de estos países del Magreb.
Francia elevó a su máximo nivel la alerta terrorista tras el atentado de Niza, lo que entre otras cosas se traduce en un aumento de 3.000 a 7.000 del número de militares que patrullan por las calles o vigilan lugares estratégicos en todo el país.
EFE