Cuatro policías del estado Vargas y un PNB fueron detenidos por intentar comercializar uranio. Un particular titular que impactaba a la población venezolana en octubre, a siete meses de una detención de otros seis ciudadanos bajo los mismos términos.
Raylí Luján / La Patilla
Las reservas de un material radioactivo en el país se estaban movilizando y poco se sabía cómo. El Ministerio Público al frente de las investigaciones habló sobre intermediarios involucrados, supuesto precio de venta y cargos imputados. Señalaba también que 13.200 personas habían sido detenidas por el tráfico ilegal de “material estratégico”, pero no especificada ni el origen ni el destino del mismo.
En 2010 fue publicado en el diario El País un artículo en el que se exponía lo referido en documentos de Wikileaks sobre la presencia de técnicos iraníes en la minería venezolana. De acuerdo al texto, las comunicaciones entre las embajadas norteamericanas en la zona y el Departamento de Estado desprendían que al menos desde 2006 Irán se encontraba investigando sobre el terreno la posibilidad de obtener uranio en América Latina, en particular en Venezuela y Bolivia.
Geólogos consultados indicaron en entrevista para LaPatilla.com que antes de profundizar en esta información, es necesario explorar algunas líneas detrás de este mineral con niveles de radiación, que se encuentra en zonas puntuales del territorio nacional, para lograr entender su relevancia.
A continuación seis claves del uranio en Venezuela:
1. Zonas con uranio
De acuerdo al análisis exploratorio de la actividad radioactiva en las Galeras de El Baúl, estado Cojedes, de la Universidad de Carabobo 2019 y el estudio presentado por Jean Pasquali y Ramo?n Sifontes durante el IX Congreso Geológico Venezolano en 2007, se determinan las siguientes zonas en Venezuela con uranio:
* Zonas cercanas al Macizo de El Baúl en el estado Cojedes. Limita con Barinas por el sur, con Guárico por el Este y con Portuguesa por el Oeste. Cuenta con rocas ano?malas en su concentracio?n de U.
* Cercanías de San Joaquín de Navay, en el estado Táchira. Cuenta con capas de areniscas y limolitas fosfa?ticas.
* Cerro Impacto, en el estado Bolívar. Con altas concentraciones de Th, Zn, Nb y Tierras Raras. También incluye concentraciones de intere?s en la parte no lateritizada del cuerpo, a profundidad.
* Base de Roraima, en el estado Bolívar.
2. Accesibilidad
Geólogos sostienen que las más accesibles podrían ser las zonas de Táchira y Cojedes, claro que las condiciones para ingresar por carretera a El Baúl, en Cojedes, resultan desafiantes por la falta de mantenimiento.
Al Cerro Impacto, por otra parte, el acceso es único y exclusivamente por helicóptero. A propósito de ello, uno de los especialistas entrevistados que prefirió no ser identificado comentó que no existen estudios de exploración geológicos detallados en torno a este punto, por lo que se torna complicado estimar la producción.
En el caso de la base de Roraima, sostuvo que son muchas las zonas que cuentan con el mineral en el Parque Nacional Canaima y que los autorizados para su ingreso deberían ser parte de una Alianza Estratégica.
3. Valores de radioactividad
De acuerdo al análisis exploratorio de la actividad radioactiva en las Galeras de El Baúl, estado Cojedes, realizado por la Universidad de Carabobo en 2019, los valores de actividad radioactiva detectados en esta zona van desde un valor mi?nimo de 214 CPM (563Bq) hasta un valor ma?ximo de 367 CPM (966Bq). Se concluyó entonces que la actividad radiactiva supera los valores normales para la radiactividad natural debida a rayos co?smicos e indican la presencia de yacimientos de uraninitas.
Estos niveles pueden variar dependiendo de las zonas con uranio en Venezuela. Expertos indican que aún hacen falta muchos estudios geológicos “detallados y responsables” para determinar con exactitud los valores.
En Venezuela fueron realizados los primeros estudios de exploracio?n de yacimientos de uranio en el an?o de 1952, que se intensificaron con la creacio?n de la Comisio?n Nacional de Asuntos Nucleares –que luego pasó a ser el Consejo Nacional para el Desarrollo de la Industria Nuclear (CONADIN)- y con la preparacio?n de un plan nacional de exploracio?n, que de acuerdo a documentos publicados en el Organismo Internacional de Energía Atómica fue difícil continuar.
En un reglamento interno del Ministerio venezolano de Petróleo y Minería, fechado de 1998, se hace referencia a una Dirección de Asuntos Nucleares, sin embargo en la actualidad, el portal oficial del ente no refleja ninguna información al respecto.
4. Sobre las reservas
En un artículo publicado en el diario El Nacional, firmado por las periodistas Laura Helena Castillo y Fabiola Zerpa se hizo referencia a lo documentado durante el IX Congreso de Geología de Venezuela por Jean Pasquali, profesor de la UCV y exdirector del extinto Consejo Nacional para el Desarrollo de la Industria Nuclear y Ramón Sifontes, investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra de la UCV (ya fallecido), en el trabajo Exploración de Uranio en Venezuela.
“En el apartado dedicado a los Andes, indican que, entre las numerosas anomalías uraníferas localizadas, se menciona la que está asociada a las capas de areniscas y limolitas fosfáticas del estado Táchira, específicamente en el área denominada Miembro Quevedo, de la Formación Navay. En su estudio, Pasquali y Sifontes detallan las características del área en la que, añaden, resultaría factible el aprovechamiento de uranio. ‘La anomalía tiene una extensión lateral de 12 kilómetros con varias capas de hasta 5 metros de espesor, con concentraciones de 100 a 400 ppm de uranio y, localmente, más altas (Pasquali, 1981) (…) De cualquier manera, la anomalía es de gran tamaño y merece ser estudiada’”, se lee en el texto.
Otros análisis coinciden en la necesidad de una evaluación y exploración a profundidad que permita determinar con mayor exactitud la reserva de uranio en el país. Según datos estimados de la Sociedad Nuclear Europea y la Asociación Nuclear Mundial, Venezuela podría contar con 75.000 toneladas de uranio, el 1,5% del total en el mundo.
5. Mercado y precios
En la denuncia difundida por la Fiscalía General de la República recientemente sobre el intento de venta ilegal de uranio, se manejaba la cifra de 390.000 dólares por la extracción de 3,775 kilogramos de este material en estado natural.
En un estudio de mercado de la Unidad de Planeación Minero Energética en 2018 se reflejan los costos por unidad fijado por las principales compañías, con base en el capital invertido, el tipo de mina y la capacidad de producción, siendo el monto más elevado 2,459 dólares el kilo en una mina con capacidad de 424.
En Venezuela sigue siendo impreciso el costo exacto debido al hermetismo oficial y los análisis al respecto. Asimismo, para algunos expertos es casi imposible determinar la cantidad de uranio en circulación legal o ilegal.
6. Riesgos
Los riesgos para personal inexperto en la extracción y manejo del uranio pueden ser múltiples. En un informe de seguridad radiológica en las minas y plantas de tratamiento de uranio del Organismo Internacional de Energía Atómica se resaltan las exigencias de higiene personal a los trabajadores que estén en contacto con concentrados de uranio. “Se recomienda que sea obligatorio lavarse antes de comer o de fumar, y ducharse al final de cada turno de trabajo. Conviene usar guantes para todo contacto directo con los concentrados. Los comedores, las salas de reposo y los vestuarios deberían estar aislados de las zonas de trabajo dotados”, es parte de lo reseñado.
En un resumen de la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades del Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos, se explicó que el uranio que se absorbe se deposita a través del cuerpo; quedando los niveles más altos en los huesos, el hígado y los riñones.
“El uranio afecta principalmente a los riñones. En seres humanos y animales que inhalaron o ingirieron compuestos de uranio se observó daño de los riñones (…) La ingestión de compuestos de uranio solubles en agua causará efectos en el riñón en dosis más bajas que la exposición a compuestos de uranio insolubles (…) La inhalación de compuestos de uranio insoluble también puede producir daño de las vías respiratorias”, rezaba parte del documento.
Entre otros efectos en la salud, examinados en ratas y ratones, se observó alteraciones del comportamiento y de los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro, disminución de fertilidad, e irritación y leve daño de la piel.
Entre las principales conclusiones destaca continuar la exploración nacional para el uranio con la puesta en práctica del personal científico y técnico calificado en el país para hacerlo. Hasta el momento, algunos geólogos denuncian que el secreto mejor guardado de la administración de Nicolás Maduro sigue siendo el lugar exacto desde dónde se está extrayendo este mineral así como el verdadero destino.