Los nuevos registros de infecciones y hospitalizaciones por coronavirus garantizan que la transición estará dominada por la respuesta a la pandemia, que se ha acelerado desde las elecciones del 3 de noviembre. Trump permanecerá en el cargo hasta la toma de posesión de Biden el 20 de enero.
Por: Sur Florida
El miércoles, Biden, que ha hecho caso omiso del desafío de Trump a su victoria, nombró a su largo tiempo asesor Ron Klain como jefe de gabinete de la Casa Blanca, su primer nombramiento importante.
Ahora se espera que la atención pase a las elecciones de Biden para puestos en el gabinete, aunque hasta ahora los asesores han dado pocas pistas sobre cuándo se harán los anuncios.
En política exterior, el diplomático Anthony Blinken, confidente de Biden desde hace tiempo, es visto como una posible elección para secretario de Estado o asesor de Seguridad Nacional.
Quien sea elegido para secretario del Tesoro tendrá que hacer frente a la recesión y el desempleo, además de servir como punto de apoyo para abordar la desigualdad de la riqueza, el cambio climático y otros problemas.
Se espera que Klain -quien se desempeñó como el “zar del ébola” del presidente Barack Obama en 2014, durante un brote de ese virus en África Occidental- asuma un papel de liderazgo en la respuesta de la administración Biden al aumento de casos de COVID-19 a nivel nacional.
Estados Unidos estableció récords el miércoles con más de 142.000 nuevas infecciones por coronavirus y casi 65.000 hospitalizaciones, según un recuento de Reuters. El número de muertos aumentó en 1.464, acercándose a los niveles alcanzados durante una primera ola catastrófica a principios de año.
Con la llegada de Klain, Biden suma un operador confiable y experimentado que también se desempeñó como asesor principal del vicepresidente Al Gore durante el gobierno de Bill Clinton.
“Siempre estaba bien informado y su consejo se basó en un dominio excepcional del proceso político, los méritos de los argumentos y el contexto político y judicial”, dijo Gore a Reuters.
Como jefe de gabinete de Biden durante la crisis financiera de 2008-2009, Klain ayudó a supervisar la implementación de la Ley de Recuperación por 787.000 millones de dólares que impulsó a una economía que entonces se estaba hundiendo.
RECEPCIÓN ESCÉPTICA
Por su parte, Trump se ha centrado en sus esfuerzos para anular los resultados en estados muy disputados, a pesar de no presentar pruebas de irregularidades que puedan afectar el resultado y una recepción escéptica por parte de los jueces.
Desde que las principales organizaciones de noticias adjudicaron la victoria electoral a Biden el sábado, Trump ha mantenido un calendario público mínimo y optado, en cambio, por ventilar sus quejas en Twitter, al tiempo que no se ha referido al aumento de casos del virus en el país.
Mientras Trump -el primer presidente estadounidense que no logra la reelección desde 1992- intenta aferrarse al poder de forma desesperada, los demócratas y otros críticos lo acusan de socavar la confianza pública en el sistema electoral y deslegitimar la victoria de Biden mediante reclamos anecdóticos y no demostrados de fraude electoral.
Asimismo, ha estado evaluando otra candidatura presidencial en 2024. El miércoles respaldó a una aliada cercana, Ronna McDaniel, para que siga al frente del Comité Nacional Republicano, una medida inusual para un mandatario saliente.
Mientras tanto, la campaña de 2020 de Trump seguía luchando en la retaguardia, presentando una nueva demanda en Michigan, donde Trump pierde por más de 148,000 votos, o 2,6 puntos porcentuales, según Edison Research.
Los jueces han desestimado varias demandas de Trump y los expertos legales dicen que el litigio no tiene ninguna posibilidad seria de cambiar el resultado general.