Marco Cardozo, Coordinador de Gremios, Voluntad Popular en el estado Bolívar, expresó que hoy a los venezolanos les azota una crisis jamás vivida en la historia contemporánea del país y la inestabilidad en la salud mental se puede catalogar como una patología muy peligrosa, que inclusive le ha costado la vida a muchos ciudadanos, por suicidios y estados de salud mortales consecuencias a su estrés cotidiano.
Un informe de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2019-2020 (Encovi) de la Universidad Católica Andrés Bello reveló que Venezuela superó a Haití como el país más pobre de Latinoamérica, lo que lo equipara con otras naciones en igual situación en el mundo como Nigeria, Chad, Congo, Zimbabwe o Yemen.
Cardozo agregó que la causa principal del desequilibrio en la salud mental es la imposibilidad de acceso a los servicios básicos, los ciudadanos dedican cientos de horas diarias, los 7 días de la semana en condiciones adversas a tratar de acceder a ellos, el gas, electricidad, comunicaciones, agua, combustibles, transporte son los principales servicios que hoy, los que dirigen el país no han garantizado en calidad y de forma regular a los usuarios.
El agua es un recurso primario en sentido humanitario y su acceso es cada día más difícil, una muestra de ellos es el Estado Bolívar, que a pesar de tener la mayor cuenca de agua del país a orillas de todo el estado, más del 80% de la población no les llega el preciado líquido e invierten cientos de horas en construir carretas jaladas por ellos mismo para buscar agua potable a grandes distancias.
En el caso del gas doméstico que escasea en la mayoría de los hogares, los ciudadanos salen día a día a buscar en sustitución, maderos como leña para preparar sus alimentos, esto ha ocasionado una serie de enfermedades pulmonares en los más vulnerables, niños y abuelos, así pasa el ciudadano la mayoría del tiempo tratando de acceso a estos servicios que hoy están en la ruina.
Cardozo describió el acceso al combustible el que más daño ocasiona directa e indirectamente al ciudadano, ellos permanecen días en largas colas, sin comer, sin bañarse y a merced de la inseguridad, con un peligroso agotamiento acumulado que llevan a sus hogares, sus efectos indirectos llegan hasta la pérdida de cosechas, ya que el trabajador del campo ya golpeado por esta economía no puede trasladarse hasta el sitio de trabajo, entre otro.
Esta crisis en el acceso a los servicios, las horas invertidas en condiciones adversas ha llevado no solo al ciudadano que las padece, sino también a su círculo familiar a un estado de crisis mental peligroso que compromete la estabilidad emocional y la vida de los venezolanos que tratan de subsistir en un país con una crisis humanitaria compleja ya reconocida en todo el mundo.
Nota de prensa