El 18 de noviembre de 1978, Jim Jones y más de 900 miembros de la secta conocida como el Templo del Pueblo se quitaron la vida bebiendo jugo de fruta mezclado con arsénico en la selva de Guyana.
Por: Cultura Colectiva
Fueron manipulados, engañados, y en el peor de los casos obligados a beber esta mezcla como parte de un ritual religioso o espiritual. Este evento ha ocupado un lugar marginal en la historia de Estados Unidos, uno de los mayores responsables fue su líder: el mismo Jim Jones.
¿Quién fue Jim Jones?
Jim Jones nació en la zona rural de Indiana en 1931. Su padre era un veterano de la Primera Guerra Mundial que padecía problemas mentales. De niño, Jones estaba obsesionado con la religión y con las obras de personajes como Stalin, Marx, Mao, Hitler y Gandhi. Los padres de Jones se separaron en 1948, por lo que él y su madre se mudaron a Richmond, Indiana.
Jones se convirtió en pastor estudiantil en la Iglesia Metodista en un área pobre de Indianápolis. A mediados de la década de 1950, abrió su primera iglesia, “Wings of Deliverance”. Jones era conocido por ser progresista y una gran parte de su congregación pertenecía a grupos étnicos minoritarios.
El Templo del pueblo
El Templo del pueblo era una iglesia de integración racial que se enfocaba en ayudar a las personas necesitadas, fundada en 1956 por Jim Jones en Indianápolis, Indiana, pero luego lo trasladó a Redwood Valley, California en 1966. Abrió sucursales en todo el estado, pero estableció su hogar y su sede en San Francisco. Se hizo conocido como un ministro carismático con una familia multirracial. Muchos también lo vieron como un líder de derechos civiles.
Jones tenía la visión de integrar la doctrina comunista, una en la que todos vivieran juntos en armonía y trabajaban por el bien común. En una ciudad profundamente segregada, el Templo del pueblo era uno de los pocos lugares donde los feligreses blancos y negros de la clase trabajadora se sentaban juntos en la iglesia un domingo por la mañana. El Templo proporcionaba diversos tipos de asistencia a los pobres (comida, ropa, vivienda, asesoramiento legal) y la iglesia y su pastor, Jim Jones, se ganaron la reputación de fomentar la integración racial. Esta dinámica era innovadora y radical para la década de 1950.
En la década de 1960, Jones comenzó a adquirir mucha popularidad gracias a sus supuestas demostraciones de curación por la fe y lectura de la mente. A mediados de los 60, Jones y su esposa Marceline, con quien se había casado en 1949, trasladaron su templo a California, que en ese momento tenía alrededor de 100 seguidores. Para este entonces Jones era conocido por su carisma y simpatía, aunque también ya había sido señalado por antiguos seguidores por actuar de forma intimidante, humillante y violenta. También se sabía que a los miembros más vulnerables del grupo, en particular a los pertenecientes a minorías, se les dijo que si huían del Templo del pueblo serían detenidos por el gobierno y recluidos en campos de concentración. Además de que se le dijo a los miembros que se separaran de su familia que no formaban parte del grupo.
Bajo la dirección de Marceline, el Templo adquirió varias propiedades en Redwood Valley y estableció nueve centros de atención residencial para ancianos, seis hogares para niños adoptivos y Happy Acres, un rancho con licencia estatal para adultos con discapacidades mentales. Además, las familias del Templo acogieron a otras personas que necesitaban ayuda a través de redes informales. La promesa de igualdad racial y activismo social operando dentro de un contexto cristiano atrajo a estos nuevos miembros.
Los miembros recibieron una variedad de servicios sociales gratuitos: asistencia para el alquiler, fondos para viajes de compras, exámenes de salud, asistencia legal y becas para estudiantes. Al poner en común sus recursos, además de llenar los platos de la colección, los miembros recibieron más en bienes y servicios de lo que podrían haber ganado por sí mismos. Lo llamaron “socialismo apostólico”.
Vivir en comunidad no solo ahorró dinero, sino que también generó solidaridad. Aunque existían viviendas comunales en Redwood Valley, se expandieron enormemente en San Francisco. Se dedicaron edificios enteros de apartamentos en la ciudad a alojar a miembros del Templo que no eran parientes, muchos de ellos personas de la tercera edad, que vivían y se cuidaban unos a otros. En la década de 1970, tenía templos en San Francisco y Los Ángeles.
Desde su adolescencia, Jones consumía sustancias psicotrópicas y alucinógenas, además de ser dependiente de pastillas para los nervios. Conforme su congregación fue creciendo, su ego y alucinaciones también, hasta que llegó un punto en donde comenzó a referirse a sí mismo como Dios.
En 1977 se desató un escándalo acerca de los abusos dentro del Templo del pueblo, antes de que se publicará Jones y casi mil de sus seguidores huyeron a tierras que el Templo había comprado previamente en Guyana, una nación de habla inglesa a lo largo de la costa atlántica norte de América del Sur.
Guyana, la tierra prometida
Este territorio se comenzó a trabajar desde 1974, cuando unos pocos voluntarios comenzaron a limpiar tierras para un asentamiento agrícola en el Distrito Noroeste de Guyana, cerca de la disputada frontera con Venezuela, para crear una comunidad donde pudieran escapar del racismo y la injusticia que experimentaban en los Estados Unidos. Los primeros colonos estaban llenos de esperanza y libertad.
Cuando Jim Jones y más de mil inmigrantes (incluidos más de 300 niños y 200 personas de la tercera edad) llegaron súbitamente en 1977, las condiciones eran primitivas, estaban muy lejos de las vidas a las que estaban acostumbrados. Todo (aceras, saneamiento, vivienda, agua, electricidad, producción de alimentos, cuidado del ganado, escuelas, preparación de comidas, lavandería, seguridad) tenía que desarrollarse desde cero.
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