Con restricciones a las reuniones familiares, instrucciones de no abrazar y una cortés solicitud a San Nicolás para que “mantenga la distancia”, Europa se está preparando para su primera Navidad bajo el COVID-19.
Los gobiernos del continente, que representa una cuarta parte de las infecciones y muertes registradas en todo el mundo, están tratando de ajustar las restricciones a la vida pública para permitir que las familias celebren la Navidad sin propagar el virus.
La mayoría tiene previsto dar a conocer sus planes para Navidad esta semana y muchos piensan en líneas similares: reuniones familiares restringidas y la cancelación genérica de tradiciones festivas como los mercados navideños alemanes y las cabalgatas de los Reyes Magos en España.
En Bélgica, uno de los países más afectados de Europa, el primer ministro Alexander De Croo está preocupado por una tercera ola de infecciones justo cuando la segunda comienza a aplanarse.
“O rompemos una tercera ola en Navidad o hacemos una tercera ola en Navidad”, dijo el domingo De Croo, quien planea celebrar solo con su esposa y sus dos hijos.
Subrayando su mensaje, el gobierno belga ha escrito a San Nicolás, cuya visita del 6 de diciembre con regalos para niños es un acontecimiento festivo nacional, instándolo a “mantener la distancia, lavarse las manos con regularidad y usar una máscara cuando sea necesario”.
En Italia, que tiene el segundo mayor número de víctimas de Europa después de Reino Unido, el primer ministro Giuseppe Conte advirtió la semana pasada: “Tendremos que pasar las festividades de una manera más sobria. No serán posibles grandes fiestas, besos y abrazos”.
París renunciará a sus pistas de hielo y al mercado navideño este año y Moscú ha cancelado grandes celebraciones públicas, y ha alentado en su lugar a la gente para que dé un paseo para disfrutar de las luces y decoraciones de la ciudad.
Ante las restricciones, los europeos se están volviendo innovadores. Un posadero bávaro abrió un mercado navideño de autoservicio desde el auto y en Holanda, los niños disfrutan de una reunión a distancia con SinterKlaas.
La canciller Angela Merkel dijo que las familias alemanas deberían poder reunirse en Navidad, “quizás con medidas de protección”.
La perspectiva de los controles provocó disidencias en las sus filas democristianas. Friedrich Merz, aspirante a convertirse en líder del partido el próximo año, dijo al diario Tagesspiegel: “No es asunto del estado cómo celebro la Navidad con mi familia”.
En Londres, el gobierno dijo que está trabajando con Escocia, Gales e Irlanda del Norte para aliviar las restricciones durante la Navidad y permitir que las familias se reúnan, pese a que un asesor científico advirtió que esa mezcla en Navidad presenta riesgos sustanciales.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, resumió el acto de equilibrio que enfrentan los mandatarios: “Esta Navidad nos moveremos entre el deseo de estar acompañados y abrazar a los que más queremos, y la obligación de protegerlos. Conservemos ese espíritu fraternal sin dejar de respetar las reglas sanitarias tan imprescindibles este año. Debemos evitar una tercera ola”.
Reuters