La liberación de la cuarentena durante el mes de diciembre fue considerada por el doctor Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, como una “gran irresponsabilidad” por parte de Nicolás Maduro, ya que se incrementarán en forma considerable los casos de contagio de COVID19 y, por supuesto, el de número de fallecidos por esa enfermedad.
Entrevistado por Elimpulso.com, el máximo dirigente gremial de los médicos, comenzó por decir que esa decisión del régimen demuestra su inoperancia y la falta de preocupación y consideración por el pueblo venezolano.
La medida, prácticamente, hace ver que se le ha puesto fin a la pandemia cuando es todo lo contrario, ya que ahora el riesgo es mayor, por cuanto si ahora se están presentando, según cifras dadas por los propios funcionarios del régimen, aproximadamente 400 casos diarios existiendo restricciones para salir a la calle, en diciembre ese número podría superar los 3000 casos y, naturalmente, aumentar el número de fallecidos.
El doctor León Natera, quien como en anteriores declaraciones ha dicho que no cree en las cifras oficiales por no ser confiables, reiteró que no hay diagnósticos, ni pruebas comprobables, ya que las que se hacen son muy pocas en dos o tres institutos que las practican.
Restó importancia a las declaraciones de Maduro, quien el domingo dijo que la enfermedad estaba bastante controlada, a pesar de que el 85 por ciento de la gente salía a la calle.
Al respecto, manifestó el profesional de la medicina que el 90 por ciento de los hospitales del país presentan situación de contaminación, porque han sido descuidados por las autoridades de la salud.
Indicó que, de acuerdo con las cifras que lleva la Federación, han muerto 150 galenos, afectados por COVID-19, lo que indica que no existen medidas de protección para el personal sanitario en Venezuela.
Y en cuanto al anuncio de que en el país será aplicada la vacuna rusa, que Vladimir Putin ofreció al personal de las Naciones Unidas, insistió en que todavía ese producto no ha sido certificado por la Organización Mundial de la Salud.
No es una vacuna, sino una solución que todavía se encuentra en su tercera fase de experimentación y, en consecuencia, ocasiona incertidumbre.
Enseguida preguntó: ¿Por qué Putin no se la aplica a los rusos? ¿Por qué se está experimentando con venezolanos y gente de otros países que antes pertenecieron a la desaparecida Unión Soviética?