Hay que recordar que el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca luego de derrotar a las élites de sus partidos con un discurso antisistema igual que lo hizo Barack Obama. Estos dos presidentes se apoderaron de sus partidos la única diferencia entre Obama y Trump es que Obama se plegó al sistema y por el contrario Trump no.
Trump al no plegarse al sistema continuó con su discurso anti partidos políticos, anti elites de partidos y anti todo lo que tuviera que ver con el sistema. El sistema de gobierno norteamericano es un sistema de elección colegiado es tan sencillo comprender que todos los ciudadanos que votan, que piensan que están votando por la figura del Presidente, pero a su vez realmente estan es votando por las élites políticas de los partidos Republicano y demócratas de su jurisdicción o estado, representados en los colegios electorales los cuales son ellos los que eligen al próximo presidente.
Este sistema ha estado funcionando desde hace más de 230 años, desde que se hizo la constitución en 1787 y es el que ha garantizado la democracia más antigua del mundo.
El presidente Donald Trump al no plegarse al sistema desde el comienzo de su mandato ha sido atacado claramente por todos los flancos durante todo su período presidencial.
Un hombre que pasó de ser uno de los empresarios más reconocidos de todos los tiempos del mundo y en especial de su país reconocido por su gran habilidad para hacer negocios manejo del marketing y sobreviviente de varias crisis económicas, logró un estatus que lo hacía figurar como un ejemplo para muchos ciudadanos que querían copiar su personalidad siendo referencia de superación y éxito.
Cuando decidió correr a presidente y enfrentarse con los políticos tradicionales y ganarles en su terreno, convertido en todo un outsider, logró la presidencia y allí comenzó todo, cientos de descalificaciones, ataques vistos claramente como elementos de sabotaje las élites políticas, que no perdonaron a Trump ser electo hasta llevarlo a un impeachment, 4 años de ataques donde puede quedar evidenciado la posible puesta en marcha de un complot para evitar fuera reelegido en un nuevo mandato.
Claro está que Trump pateó a los republicanos como a la familia Bush, al ex candidato Mcain por dar algunos ejemplos, el rompió con el sistema y esta factura se la están pasando el partido pretende o lo están dejando solo.
De los demócratas, ni hablar, eliminó políticamente a los Clinton, golpeó el orgullo del expresidente Obama y expuso las fallidas políticas y complicidades del congreso, la cámara de representantes a cargo de Nancy Pelosi ridiculizando en muchas oportunidades, un hombre que sólo decidió defenderse y luchar en contra del sistema por no identificarse con el.
Siendo el primer y único presidente en donar el 100% de su salario, Trump se convirtió en un sentimiento nacional para el pueblo americano, luchó contra las élites pero logró resultados económicos, visto desde la óptica estadística, los mejores en décadas; ni el coronavirus ha logrado quebrar los logros económicos de Donald Trump, su reducción de impuestos y el plan de sinceración arancelario, con sus vecinos México y Canadá sin dejar atrás a los Chinos trajo de vuelta a EEUU la reactivación de motor económico tanto en las empresas pequeñas y medianas productoras de bienes y servicios como también a las finanzas crecimiento en los bancos, bolsa y en la economía en general.
¿Fraude o complot? Tal vez el fraude sea posible ser detectado a través de las empresas y ciudadanos participantes que dominan los sistemas y software electorales, llevándolos a un juicio pero el complot es algo que está en las sombras aunque podemos ver evidentemente todo su comportamiento.
Según varios especialistas a Trump lo que le espera es plegarse al sistema, el sistema finalmente lo vencerá por otro lado muchos empresarios y estudiosos vemos difícil que Trump se deje derrotar sin antes pelear hasta el final la actitud del presidente siempre ha sido de un hombre ganador y que se repone de aparentes derrotas, todo lo capitaliza para siempre ganar.
Lo cierto es que hoy los grandes perdedores son los ciudadanos que cada año se ven más expuestos a los intereses de los políticos llámense demócratas o republicanos, éstas élites cada vez pierden más adeptos y dan paso a una nueva corriente o posibilidad de cambio tal vez estamos a la puerta de un nuevo modelo de libre mercado y de expectativas a futuro el Trumpismo apenas comienza.